Justicia peruana evalúa si Repsol pagará $128 millones por derrame de petróleo para evitar juicio
La decisión también abarca a Fratelli d’Amico, propietaria del buque Mare Doricum que transportaba el crudo. La audiencia de apelación por el derrame de petróleo ocurrido en 2022 se realizó el miércoles 23 de abril entre el Ministerio Público y las empresas responsabilizadas por el peor desastre ambiental de la historia del país.
Más de tres años después del peor desastre ecológico en la historia de Perú, como ha llamado la Organización de Naciones Unidas (ONU) al derrame de petróleo ocurrido en el mar peruano en enero de 2022, la compensación civil al Estado por los daños ocasionados al medio ambiente aún sigue pendiente.
El último miércoles 23 de abril se realizó una audiencia en la Sala Penal de Apelaciones de Ventanilla en la que el Ministerio Público solicitó que el Tribunal de esta sala apruebe el acuerdo de compensación económica al que ha llegado con las empresas responsables del derrame de más de 11 mil barriles de petróleo en el mar del Callao.

Más de 11 mil barriles de petróleo llegaron al mar peruano durante el derrame de enero de 2022. Foto: Max Cabello Orcasitas / Mongabay Latam
Tras ocho meses de negociaciones con la empresa Fratelli d’Amico —propietaria del buque Mare Doricum que transportaba el crudo— y la petrolera Repsol se ha pactado el pago en efectivo de una compensación civil por daños al medio ambiente que supera los 460 millones de soles (alrededor de 128 millones de dólares) para el Estado peruano, informaron a Mongabay Latam fuentes cercanas al proceso.
Mongabay Latam también tuvo conocimiento de que el total de la reparación civil alcanza un monto de por lo menos 1600 millones de soles (alrededor de 451 millones de dólares), cifra que incluye lo que ya ha desembolsado la empresa Repsol en limpieza de las zonas afectadas por el derrame y lo que debe seguir invirtiendo como parte de los planes de reparación.
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A la espera de una respuesta
El caso se definirá en esta segunda instancia luego de que en primera instancia un juez rechazara el acuerdo cuando se presentó ante el Poder Judicial de Ventanilla a fines de 2024.
Según fuentes consultadas por Mongabay Latam, la compensación civil que ha solicitado el Estado por el derrame debe ser asumido por las dos empresas responsables por el petróleo que terminó en el mar. Por un lado, está la empresa italiana Fratelli d’Amico, propietaria del buque Mare Doricum, embarcación que transportaba el crudo desde el mar hacia la refinería La Pampilla, administrada por Repsol, que está ubicada en Ventanilla, en el Callao. Por otro lado, está la empresa petrolera Repsol a cuyas instalaciones debía llegar el crudo.

Comoranes Guanay manchados con petróleo en isla Pesadores, Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, tras el derrame de Repsol. Foto: Foto: Max Cabello Orcasitas / Mongabay Latam
De confirmarse el acuerdo, la empresa naviera italiana deberá pagar alrededor de 270 millones de soles (unos 73 millones de dólares) por la reparación civil que, indican las fuentes cercanas al proceso, corresponde al monto máximo de la póliza de seguros de esta empresa. La diferencia deberá ser asumida por Repsol.
Tras el derrame, el buque Mare Doricum fue incautado por el Estado peruano y permanece en el Callao.
Mongabay Latam también supo que en el caso de que el Poder Judicial no apruebe el acuerdo, el Estado peruano tendría que ir a cortes internacionales para demandar a las empresas por la reparación civil.
Ambas compañías, además, enfrentan demandas mutuas. En enero de 2024, la Refinería La Pampilla (Relapasaa), razón social de Repsol, demandó a Fratelli d’Amico en un juzgado peruano, ya que la responsabiliza por lo ocurrido. Como parte de la demanda solicitó 197 millones de dólares por indemnización.
Por su parte, la naviera italiana Fratelli D’Amico solicitó una conciliación extrajudicial y requirió a Relapasaa casi 45 millones de euros (51 millones de dólares) por daños ocurridos como consecuencia del derrame.

Miles de aves murieron tras el derrame de Repsol. Funcionarios de Sernanp recogen las aves muertas en el área protegida. Todas tienen las plumas y el pico manchados de petróleo. Foto: Max Cabello Orcasitas / Mongabay Latam
Recientemente, en enero de 2025, la empresa aseguradora Mapfre y Repsol demandaron a la naviera Fratelli y al pool de seguros Standard Club Ireland por 265 millones de dólares (245 millones de euros) por los pagos que ya ha realizado.
Mongabay Latam solicitó a Repsol en Perú y a Fratelli d’Amico, con sede en Italia, su opinión sobre el acuerdo que tienen con el Estado peruano. A través de un correo electrónico, Repsol Perú señaló que “reitera su pleno respeto al sistema jurídico peruano y a lo que éste determine”. Agrega que la empresa “ha demostrado desde el primer momento su firme compromiso con la sociedad y el medioambiente del Perú, habiendo dispuesto hasta la fecha más de 1000 millones de soles para las acciones de limpieza, remediación y compensación de los afectados”. La compañía también informó que hasta abril de este año ha pagado multas por un monto superior a los 95 millones de soles.
La importancia de la valoración
La ingeniera economista Kely Alfaro, docente de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), señala que “en nuestro país hay diferentes guías para daños ambientales”. “Pero cuando se habla de compensación son tres los componentes: el tema físico, el biológico y el social”, explica. Cuando menciona el físico se refiere a los componentes físico químicos, es decir, calidad de agua, alimentos, suelo, entre otros. “Allí tiene que haber una remediación. Por ejemplo, en el caso de Repsol, hay piedras que, por su geomorfología, todavía tienen crudo”.
Una segunda línea es el tema biológico, que supone la hidrobiota en toda su magnitud, dice Alfaro: no solo los peces, sino también las algas, y los muy muy, que son carnada para los pescadores. Y en el tercer aspecto, lo social, comenta la experta, es importante visibilizar los valores de uso, no solo lo que se vende, como en este caso puede ser el pescado fresco, sino también la carnada, así como lo que corresponde a la transacción. Por ejemplo, en el caso de la pesca, debe considerarse a los dueños de las embarcaciones, los pescadores y sus ayudantes que llevan las carnadas.
“De hecho Repsol hizo una valoración de lo que fueron las pérdidas fuera de los costos para cada pescador que bordeaba los 4800 soles”, comenta Alfaro. Esta valoración, agrega, se presentó a la Defensoría del Pueblo.
Sin embargo, Alfaro también señala que para hacer una valoración es importante tener una línea de tiempo. “Todo lo que voy a perder lo tengo que multiplicar por una escala temporal”, comenta Alfaro en referencia al tiempo que se debe considerar que perdurará el daño.
Alfaro cita como ejemplo el informe publicado por el Banco Mundial luego del derrame, así como otros estudios de valoración elaborados por diferentes instituciones. “El Banco Mundial hizo una estimación por 10 meses solo con actividades económicas y con solo ocho especies marinas. Mientras que en el estudio que nosotros hicimos eran 31 especies y en el estudio que hizo Repsol para la valoración reconocen 17 especies”, comenta Alfaro sobre las diferentes estimaciones de daños a las especies, una de ellas el estudio que presentó Cooperación en enero de 2024 y que fue elaborado por Alfaro.

Miguel Ángel Núñez, pescador artesanal, le muestra a su hijo la zona afectada tras el derrame de petróleo en el 2022 en Lima, Perú. Foto: Angela Ponce
Jean Pierre Araujo, asesor senior en el Programa de Gobernanza Marina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) también comenta sobre la importancia de la valoración de los daños. En ese sentido, Araujo afirma que en este caso ha sido afectado un ecosistema marino y costero. “Cuando hablamos del marino tendríamos que ver si para esta valoración del daño se ha tomado en cuenta recursos pesqueros y biológicos, es decir, sólo especies o el ecosistema en general, como la recuperación del fondo marino, que es algo que los pescadores siempre alegan. Cada vez que hay un oleaje, todo el petróleo que se ha quedado en el fondo vuelve a brotar”.
Para Araujo es importante conocer qué metodología se ha utilizado para la valoración en el caso de Perú, pues como señala el experto “no hay una metodología aprobada a nivel global o un estándar internacional para estas valorizaciones y siempre se han hecho ad hoc, muchas veces por la falta de información biológica de los recursos”.
Araujo explica que para estas valoraciones se toman algunos recursos emblemáticos o claves ya que considerar todo, biológicamente, resulta demasiado. “Se tiene que ser exhaustivo en la búsqueda de referentes econométricos y de especies. Sabemos que hay limitaciones a nivel de información, pero sí se debería ser exhaustivo en la investigación”.
Imagen principal: el veterinario de Sernanp, Giancarlo Inga Díaz, limpia a un piquero rescatado del agua. El ave flotaba a la deriva en la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras sin poder emprender vuelo. Foto: Max Cabello Orcasitas / Mongabay Latam.
El artículo original fue publicado por Yvette Sierra Praeli en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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Mongabay Latam es una plataforma de noticias ambientales, científicas y de conservación en español.
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