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los dos cachorros de jaguar serán trasladados en el Parque Natural de Pucallpa tras ser rescatados de traficantes de fauna silvestre. Foto: Gobierno Regional de Ucayali

Sol y Luna, los dos cachorros de jaguar rescatados del tráfico de fauna silvestre en Perú

El 28 de febrero, policías de Perú decomisaron dos cachorros de jaguar en la carretera Federico Basadre, en la Amazonía centro este del país sudamericano. Los animales eran trasladados en cajas de madera, en condiciones inadecuadas y con evidentes heridas de maltrato.

Publicado: 2025-03-26

Luna le muerde la oreja derecha a Sol, quiere jugar. Este, aún intimidado por la presencia de extraños, solo se aleja e ingresa a su jaula. Los dos cachorros de jaguar, de apenas dos meses y medio, están aprendiendo a reconocer a sus cuidadores, quienes han denominado “Sol” al macho y “Luna” a la hembra porque afirman que “sus personalidades son opuestas y complementarias a la vez”. Ambos animales fueron rescatados el 28 de febrero mientras eran trasladados por la carretera Federico Basadre, en la región Ucayali, en la Amazonía centro-este del Perú, en pésimas condiciones sanitarias.

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Los jaguares (Panthera onca) son felinos carnívoros de la Amazonía que están casi amenazados, según la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sol y Luna fueron encontrados en cajas de madera con signos de maltrato y desnutrición por la Policía y el personal de la Gerencia Forestal y de Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Ucayali.

“Sus captores los ocultaron en cajas de frutas para evitar que sean descubiertos. Aún no sabemos cuál era su destino final, pero los involucrados fueron denunciados por el delito de tráfico de fauna silvestre”, detalló el gerente Forestal y de Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Ucayali, Franz Tang Jara.

Los cachorros se encuentran en el cuarentenario regional, donde están siendo alimentados, se les curaron las heridas y ya empiezan a interactuar entre ellos. Al cierre de esta nota, el macho alcanzaba los 9 kilos y la hembra, los 10 kilos. Tang Jara especificó que al haberlos alejado desde muy pequeños de su madre no aprendieron a cazar y no saben sobrevivir solos en su ambiente natural, por lo que es imposible que puedan regresar a la selva.

“Los cachorros no podrán volver a la naturaleza porque morirían, ahora vivirán en cautiverio siempre. El tráfico de fauna silvestre afecta el ciclo biológico de estos animales al arrancarlos de su hábitat natural”, anotó el gerente.

Además de los dos cachorros de jaguar, el Gobierno Regional de Ucayali rescató el 14 de marzo a un yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi) adulto, hallado en un almacén del puerto de Pucallpa. El felino también fue llevado al cuarentenario y tras una evaluación médica fue liberado a los cuatro días a la altura del kilómetro 30 de la carretera Federico Basadre.

La cachorra Luna tiene 10 kilos. Es más grande que el macho, como es usual en su especie a esta edad. Foto: Gobierno Regional de Ucayali

Además, solo en la región Ucayali se han registrado en 2024 el decomiso de 450 animales vivos, principalmente aves y mamíferos; 181 kilos de carnes silvestres y huevos de reptiles frescos y salados, y 560 partes de animales disecados en caparazones, artesanías y otros objetos.

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En lo que va del año ya han registrado el rescate de 34 animales vivos, siendo Sol y Luna ahora parte de las estadísticas.

Debido a que fueron arrancados desde muy temprana edad de su madre, Sol y Luna vivirán siempre en cautiverio, explican los expertos. Foto: Gobierno Regional de Ucayali

Tráfico de felinos

El jaguar es el tercer felino más traficado en el mundo después del tigre (Panthera tigris), que se encuentra únicamente en el continente asiático, y el león (Panthera leo), en África. En Perú este delito es sancionado con tres a cinco años de cárcel si se adquiere, vende, transporta, almacena o exporta algún espécimen silvestre para mascota o como carne de monte y de sus partes: cráneos, dientes, pieles, cueros. Sin embargo, de identificarse al traficante como parte de una organización criminal las penas alcanzan entre 11 y 20 años.

Pese a que las sanciones son altas, esto no ha detenido el tráfico en los últimos años. Según un estudio de 2021 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), Perú es el país que más envió partes de jaguar, con el 24 % de las estadísticas, seguido por Bolivia (14.1 %). Además, considera a Estados Unidos como el destino más frecuente de este tráfico, con el 76.3%, seguido por Alemania (5.3 %) y China (4 %).

Sol, el cachorro macho, es más reservado y cauto al interactuar con sus criadores. Foto: Gobierno Regional de Ucayali.

Sin embargo, existe un gran subrreporte de estas cifras. “Apenas se logra reportar el 10 % o 15 % de los casos de tráfico de especies de jaguar en el país. Esto se debe a que nuestra Amazonía es grande y la comunicación es muy difícil. Además, de que las personas no saben cómo ni dónde reportar un caso de tráfico”, explicó a Mongabay Latam la analista regional para el Combate al tráfico de felinos silvestres de Panthera, Pamela Pastor.

La experta explica que las causas del tráfico del jaguar han cambiado en las últimas décadas. Por ejemplo, entre las décadas de 1940 y 1970, la caza se realizaba principalmente para la comercialización de su piel, pero desde 1975 esto cambió y en los últimos años la muerte de los jaguares está relacionada a una mala percepción de estos animales.

“En las comunidades rurales existe la creencia de que el jaguar es peligroso, que se come a las gallinas, las vacas y puede atacar al hombre, esa es una de las principales razones de su caza”, señaló Pastor. “Pero, además, existe una demanda de la medicina tradicional de usar sus partes. Uno de los casos aún no estudiados con las ceremonias de ayahuasca y cómo los supuestos chamanes recomiendan usar partes de jaguar”, explicó.

Debido a la temporada de lluvias y porque ambos cachorros aún no saben trepar los árboles, continúan en el cuidado del personal del cuarentenario. Foto: Gobierno Regional de Ucayali

En el mercado de Belén, el principal centro de abastos de la región de Loreto, se comercializan especies de fauna silvestre ilegalmente. Foto: Geraldine Santos

En cuanto a los animales vivos, se les usa principalmente para ser “mascotas”, pero solo cuando son cachorros porque aún no han desarrollado el instinto de caza, como es el caso de Sol y Luna. Perú tiene la segunda población más grande de jaguares con más de 22 200 individuos, después de Brasil. La población global de jaguares está en tendencia negativa.

Espacios adecuados

Un cachorro de jaguar consume un kilo de carne diariamente, mientras que un adulto come entre 4 y 6 kilos. A medida que van creciendo necesitan más espacios para desplazarse y sus instintos de caza van surgiendo, pero al no estar en un área libre es imposible que aprendan a capturar otros animales silvestres.

“Hay un serio problema en Perú porque todos los centros de rescate son privados y ya están llenos, hay pocos espacios públicos. Es un reto, especialmente cuando hacen rescates de felinos por el costo de la alimentación, medicina y cuidados”, dijo Pamela Pastor.

Los dos cachorros de jaguar son cuidados por el personal de la Gerencia Forestal y de Fauna Silvestre de Ucayali hasta que sean trasladados al zoológico de la zona. Foto: Gobierno Regional de Ucayali

En Ucayali, el Parque Natural de Pucallpa, administrado por el Gobierno Regional de Ucayali, es el que alberga a los animales rescatados del tráfico de fauna silvestre, pero tras la pandemia perdió a algunas especies. A la fecha hay 47 animales entre aves, reptiles y mamíferos.

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“Los espacios adecuados para estos animales están en el Parque de las Leyendas y el Parque Zoológico de Huachipa, pero es difícil que acepten a estos cachorros porque el espacio está ocupado. Muchas veces solo aceptan a un nuevo animal cuando otro muere. Es decir, si solo hay un cupo libre. En Perú hacen falta lugares públicos donde puedan estar los felinos rescatados”, anotó la experta de Panthera.

Sol y Luna se quedarán en Ucayali, se adecuó un ambiente para ambos en las instalaciones del Parque Natural de Pucallpa, confirmó el Gobierno Regional de Ucayali al cierre de esta nota. No serán trasladados a otra región como se planteaba en un inicio. En tanto, debido a la temporada de lluvias y porque ambos cachorros aún no saben trepar los árboles continúan en el cuidado del personal del cuarentenario.

Imagen principal: los dos cachorros de jaguar serán trasladados en el Parque Natural de Pucallpa tras ser rescatados de traficantes de fauna silvestre. Foto: Gobierno Regional de Ucayali


El artículo original fue publicado por Geraldine Santos en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.

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