Castañeros y guardianes: productores impiden el ingreso de la minería ilegal en áreas protegidas de la Amazonía peruana
En 2000, más de cien recolectores de castañas de Perú solicitaron al Estado que sus concesiones para la extracción de castañas sean parte de la Reserva Nacional Tambopata, impulsando así la creación del área protegida.Los integrantes de la Asociación de Castañeros de la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene “Los Pioneros” (Ascart) trabajan hace más de 20 años protegiendo los bosques de Madre de Dios, en la Amazonía peruana.El mayor reto de los castañedos es enfrentarse a la minería ilegal, los usurpadores de tierras y a bandas de crimen organizado.Su labor es esencial: un reciente análisis de Mongabay Latam detectó que entre 2001 y 2022, el área protegida sufrió una pérdida de 1586 hectáreas y la zona de amortiguamiento de 31 776 hectáreas.
Seis hombres caminan en medio del bosque frondoso, llevan grandes cestos en la espalda y, en las manos, payanas, material que utilizan los productores castañeros para extraer las semillas desde los árboles más altos. Hoy es día de recolección de castañas en la Reserva Nacional Tambopata, actividad que realizan de enero a marzo, todos los años. A medida que avanzan los castañedos van reportando incidentes en el área protegida porque desde hace más de quince años luchan para evitar el ingreso de la minería ilegal a la reserva.
“Nosotros somos los guardianes de la reserva, conocemos los caminos y cada árbol. Estamos alerta ante posibles ingresos de mineros. Hasta ahora los ilegales solo han llegado a las quebradas, ninguno ingresó al terreno de la reserva”, dice Rosa Chávez, presidenta de la Asociación de Castañeros de la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene “Los Pioneros” (Ascart)
La asociación, con 49 socios, fue conformada en septiembre de 2001. Un año antes se creó la Reserva Nacional Tambopata, ubicada en la región de Madre de Dios, distritos de Tambopata e Inambari con 274 690 hectáreas de selva húmeda. Sin embargo, los castañedos ya contaban con áreas concesionadas desde 1940.
Chávez Concha cuenta que en 2000, durante el proceso de creación de la reserva, los castañedos solicitaron ser parte del área protegida. “Nuestras concesiones estaban fuera del área de la reserva, nos ponían como zona de amortiguamiento, pero nosotros queríamos estar dentro del área protegida para tener seguridad legal y evitar la tala de los árboles con el paso de los años”, relató.
Producción orgánica
La región Madre de Dios, en el sur amazónico del Perú, es la única región donde se encuentran árboles de castaña en densidad suficiente que permite el aprovechamiento económico de su nuez, señala el Ministerio del Ambiente.
Las castañas amazónicas (Bertholine excelsa) es una de las especies forestales más importantes del extractivismo amazónico de Sudamérica. El árbol puede alcanzar hasta los 40 metros de altura en al menos 1000 años.
El aprovechamiento comercial de las castañas comenzó en Perú en 1930 y entre 1947 y 1974 el Estado otorgó concesiones formales para aprovechar el recurso. Ascart es la única asociación de castañedos que está dentro de áreas naturales protegidas.
El ámbito de Ascart es de cerca de 50 000 hectáreas de bosques primarios entre la Reserva Nacional Tambopata y Parque Nacional Bahuaja Sonene. En ambos se “cosechan” castañas respetando los tiempos, de un año de producción, y aplicando conocimiento que aseguran la regeneración natural de los castañales.
Cada concesionario realiza la recolección de las castañas de manera individual, para ello se trasladan a vivir durante tres meses, de enero a marzo, a las áreas protegidas. Luego juntan los productos para procesarlos en castañas deshidratadas, chocolates, hojuelas o aceite. Este proceso demora de entre cuatro a cinco meses, pues las castañas deben ser recolectadas, peladas, secadas, vaporizadas y, finalmente, deshidratadas.
“Nuestro proceso comienza en enero y termina en agosto. La Asociación tiene su propia planta de procesamiento desde 2008. Esto nos permite tener ganancias directas para los socios. Anualmente logramos exportar anualmente más de 50 000 kilos de castaña por cerca del millón de soles (268 904 dólares)”, afirmó Rosa Chávez.
Las castañas son un superalimento: por cada 100 gramos, 40 gramos son agua, 40 gramos son hidratos de carbono, 5 gramos son grasas y 4 gramos son proteínas. También tienen un alto contenido en fibra: 7 gramos. Lo que lo convierte en un alimento importante para mercados de Corea, Estados Unidos y Rusia.
Los productos de la asociación cuentan con certificado orgánico y de “Carbono Positivo”, es decir, estos castañales y su producción neutraliza los gases de efecto invernadero y son una solución ante el cambio climático al contribuir anualmente con la captura de 2 000 000 toneladas de dióxido de carbono.
La lucha contra la minería
En 1991, Rosa Chávez llegó a Madre Dios junto a su esposo y sus tres hijos. Su intención era quedarse solo un año mientras su esposo desarrollaba un proyecto de reconstrucción, pero sus planes cambiaron cuando vio la oportunidad de tener una concesión de 1200 hectáreas de bosque en el distrito de Tambopata para la recolección de castañas. La adquirió en 1993 y desde esa fecha trabaja en sociedad con otros productores para la recolección y procesamiento del producto.
El mayor reto de los socios de Ascart es enfrentarse a la minería ilegal, usurpadores de tierras y bandas de crimen organizado que presionan sobre la Reserva Nacional Tambopata. Un reciente análisis de Mongabay Latam detectó que entre 2001 y 2022, el área protegida sufrió una pérdida de 1586 hectáreas y la zona de amortiguamiento de 31 776 hectáreas.
“Algunos de nuestros socios han tenido amenazas indirectas de mineros ilegales porque reportamos la intromisión o acercamiento de ellos a la reserva. La asociación no permite el ingreso de los ilegales porque nuestra prioridad es cuidar los árboles”, señala Chávez Concha.
En los últimos seis años, el Ejército detonó más de un centenar de dragas que extraen oro cerca de la Reserva. Sin embargo, “a los dos días de cada intervención las dragas volvían a operar, pero con mayor intensidad”.
Pese al asecho constante, los concesionarios junto con los guardaparques han logrado evitar el ingreso de los mineros a la reserva. La asociación es parte del programa Aliados por la Conservación de las Áreas Naturales Protegidas, del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp), una marca para diferenciar los productos y servicios que priorizan el cuidado de la naturaleza y el uso sostenible de los recursos, priorizando la conservación de la diversidad biológica.
Imagen final: Los árboles de castañas alcanzan hasta 40 metros de altura en mil años. Foto: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Perú.
El artículo original fue publicado por Geraldine Santos en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
Escrito por
Mongabay Latam es una plataforma de noticias ambientales, científicas y de conservación en español.
Publicado en
Mongabay Latam es una plataforma de noticias ambientales, científicas y de conservación en español.