Colombia da un pequeño paso en la prohibición de plásticos de un solo uso
Desde el 7 de julio, Colombia excluyó el uso de los plásticos de un solo uso. Esto tras la aprobación de una ley en el Congreso. El país ya contaba con un impuesto a la producción y comercialización de plástico, pero los expertos consideraban que no era suficiente para contener sus efectos nocivos. La ley excluye varios productos. Además, será hasta el año 2030 que la norma prohíba diversos artículos. Expertos consultados por Mongabay Latam lamentan que algunos plásticos que terminan en el mar continúen en el mercado.
Colombia se unió a los países de Latinoamérica que ya prohibieron los plásticos de un solo uso. Esta medida ya fue tomada por Chile, Costa Rica, Panamá, México y Ecuador. Sin embargo, el país realizará esta acción en dos fases: la primera inició el 7 de julio de 2024 y otra a partir del año 2030.
Expertos consultados por Mongabay Latam celebran la prohibición, pero también lamentan que sea hasta el año 2030 cuando se saque del mercado varios de los productos plásticos que terminan en el océano.
De acuerdo con la ley que entró en vigencia el pasado 7 de julio, una primera fase incluye la prohibición de ocho tipos de plásticos de un solo uso: bolsas para envolver revistas y periódicos, las de lavandería, las de empacar alimento en supermercados, los soportes para globos y para hisopos de oídos, así como pitillos —llamados sorbetes, popotes o cañitas en otros países latinoamericanos— y mezcladores para bebidas.
En la segunda fase, que iniciará en el año 2030, se prohibirá otro grupo de plásticos: los envases para contener líquidos de consumo inmediato y alimento, las bolsas para entrega a domicilios, los platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas y vasos desechables, el confeti, manteles y serpentinas, los porta hilos dentales, adhesivos fijados a vegetales, así como empaques para hierbas aromáticas, frutas y verduras.
Los expertos consultados señalan que, de aquí al año 2030, muchas especies marinas pueden perjudicarse con los plásticos que solo quedarán excluidos hasta esa fecha. “La contaminación por plástico crece de manera exponencial, mientras las medidas para mitigarla van a paso de tortuga”, señalaron desde la organización ambiental Planeta ConSentido en una comunicación enviada a Mongabay Latam.
Otras condiciones de la nueva normativa
La ley que entró en vigencia, además, incluye multas de 100 hasta 50 000 salarios mínimos mensuales vigentes para quienes la incumplan, el decomiso de los elementos plásticos, la clausura temporal y definitiva de los establecimientos comerciales que la ignoren. Las sanciones tendrán en cuenta la condición económica del infractor y si ha reincidido en su conducta. “Los usos que se prohíben son en su mayoría accesorios y de productos innecesarios, que pueden ser fácilmente reemplazados o simplemente eliminados”, dice Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas para Greenpeace Colombia.
Los expertos consultados consideran que ya hay alternativas de plástico reciclado y de materiales sostenibles que pueden sustituir el uso que tenían los plásticos prohibidos.
Las carnes y víveres con alguna humedad podrán seguir siendo empacados en plásticos, así como las bolsas para los desechos de mascotas y de basuras. Los expertos recomiendan buscar alternativas biodegradables.
“Ya existen alternativas viables para muchos productos de plástico de un solo uso. Materiales como el fique, fibra natural, cartón, vidrio, papel y metal se están adoptando cada vez más en la industria”, agrega Céspedes.
La organización Planeta ConSentido destaca como alternativas al plástico “el fique y la fibra natural de coco, yuca y otros, así como el uso de materiales tradicionales como cartón, vidrio, papel y metal”.
Céspedes lamenta que la norma colombiana no haya considerado “la regulación de los microplásticos, dado su impacto en la salud humana y animal”, así como en “intensificar las acciones educativas y las campañas de sensibilización para cambiar los hábitos de consumo y mejorar la gestión de residuos”.
Desde la organización Planeta ConSentido, lamentan que algunos elementos no hayan quedado incluidos en la ley colombiana no haya contemplado la prohibición de y que afectan a la fauna marina como las envolturas de cerveza o bebidas de soda en lata. “No existe una prohibición explícita actual o futura frente a las envolturas de cervezas. De modo que las tortugas y otros animales seguirán siendo víctimas de la mayor parte de las trampas mortales del plástico, la norma no tiene presente las necesidades de los ecosistemas marinos”.
También criticaron que continúe la comercialización de las bolsas de plástico para desechos de mascotas, habiendo alternativas sostenibles. “Seguirán vendiéndose en el mercado, lo cual es un desastre teniendo en cuenta la cantidad de mascotas (perros) que hay”, dicen. Señalan que una alternativa podrían ser las iniciativas de compostaje en parques y zonas verdes. Además, no hay claridad si el icopor para servir alimentos o como relleno o protector de electrodomésticos, entre otros usos, quedará prohibido desde 2030, ya que una organización nos dijo que sí y otra señaló lo contrario.
Pese a los aspectos a mejorar, desde las organizaciones celebraron el logro alcanzado y rechazaron las presiones que buscaron obstaculizar su avance. “La ley pasó de milagro, con todo un lobby en el Congreso por parte de la industria del plástico. Es apenas un lánguido comienzo”, dicen desde ConSentido.
González, de WWF, también lo celebra: “Colombia da un gran paso hacia la protección del medio ambiente y la salud humana, y se une a más de 140 países que han tomado medidas de prohibición y restricción sobre estos y otros productos plásticos, permitiendo la innovación y la transición hacia una economía circular”.
Normativa necesaria
La organización Planeta ConSentido asegura que en Colombia cada año se consumen 1 250 000 toneladas de plástico, lo que se traduce en 24 kilos por habitante. Además, “el 56 % de estos plásticos son desechables, es decir, su uso en gran parte es innecesario. Se utilizan una vez y se botan al basurero”.
María Alejandra González, coordinadora de política de plásticos para América Latina y el Caribe de la organización ambiental WWF, dice que “estos productos de corta duración representan más de un tercio de los plásticos producidos cada año, y representan 70 % de los plásticos que se encuentran en los océanos. Varios de estos productos son evitables o innecesarios, con alternativas más sostenibles”.
Desde Greenpeace Colombia, Céspedes valora el logro alcanzado con la nueva norma y dice que la experiencia de otros países muestra que es una acción correcta. “La Unión Europea y naciones como India, Costa Rica, Argentina y Chile han implementado restricciones similares y han visto mejoras en la limpieza de playas y una disminución de plásticos en sus ecosistemas acuáticos”, dice.
Céspedes piensa que la prohibición actual “podrá tener un impacto positivo en la vida marina, incluyendo especies como las tortugas, que son frecuentemente víctimas de estos desechos”. También comenta que el sector de los plásticos “está estrechamente vinculado a la industria de combustibles fósiles. Para 2030 se estima que el 20 % de la producción petrolera se destinará a la fabricación de plásticos”.
Asimismo, recuerda que a nivel mundial se impulsa un Tratado Global de Plásticos para limitar la producción de estos materiales en, al menos, un 75 % para el año 2040.
*Imagen de portada: Durante las jornadas de limpieza que se han realizado en Colombia se han sacado toneladas de llantas y plásticos. Foto: Comisión Colombiana del Océano (CCO).
El artículo original fue publicado por David Tarazona en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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Mongabay Latam es una plataforma de noticias ambientales, científicas y de conservación en español.
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