Mariposa monarca en México: pequeños avances son aún insuficientes para asegurar su conservación
Las colonias de mariposa monarca ocuparon 2.84 hectáreas de los bosques del centro de México, durante la temporada invernal de 2021-2022; 35% más de la superficie que ocuparon un año antes. Ese aumento aún está lejos de las seis hectáreas que ocuparon las colonias durante la temporada de 2018-2019 y que representa la cobertura recomendada por científicos.
A la mariposa monarca se le sigue la pista desde hace 29 años. Han sido casi tres décadas de un monitoreo anual para conocer cuál es el estado de su población y tener claves que permitan entender un poco más sobre su viaje migratorio que la lleva a recorrer 4 500 kilómetros, desde el norte del continente americano hasta los bosques de oyamel del centro de México, donde pasa el invierno. Los más recientes datos de ese monitoreo anual son alentadores, pero también recuerdan que aún se está muy lejos de que la especie recupere la población que tuvo hace algunos años.
Durante la temporada invernal de 2021-2022, las colonias de mariposas monarca (Danaus plexippus) ocuparon 2.84 hectáreas de los bosques de oyamel de Michoacán y el Estado de México; un aumento del 35% de la superficie que se registró un año antes.
Con todo y este incremento, aún no se logra alcanzar las 6.05 hectáreas que ocuparon las colonias de mariposas monarca durante la temporada de 2018-2019.
Sin cumplirse la meta de seis hectáreas
Desde 2016, un comité de científicos publicó un estudio en el que señaló que para garantizar la conservación de la especie y su fenómeno migratorio era necesario que las colonias de mariposas monarca ocuparan, por lo menos, seis hectáreas de bosques en México para 2020. Esa meta no se ha logrado.
El tener colonias de monarcas que ocupen, al menos, seis hectáreas daría a la especie una mayor ventaja para lidiar con las abruptas disminuciones en su población que se han registrado de un año a otro, escribió en un reciente artículo la doctora Karen Oberhauser, especialista en biología y conservación de la mariposa monarca, de la Universidad de Wisconsin-Madison.
La advertencia de la doctora Oberhauser toma un mayor sentido cuando se observan los datos históricos del monitoreo anual. En la temporada invernal de 2012-2013, las colonias de mariposas monarcas se extendieron en una superficie de 1.19 hectáreas de bosque, pero al invierno siguiente sólo ocuparon 0.67 hectáreas. Ese ha sido, hasta ahora, el número más bajo.
En la temporada 2018-2019, científicos, organizaciones no gubernamentales y autoridades ambientales de México celebraban que se había alcanzado una presencia de la mariposa en 6.05 hectáreas; al año siguiente las colonias sólo ocuparon 2.83 hectáreas.
Son justo esos datos históricos los que llevan a científicos, como Oberhauser, a ser cautos. En su artículo, la investigadora advierte que si bien el aumento del 35% en la superficie que se registró en el pasado invierno es esperanzador, aún no se puede asegurar que la población de la mariposa monarca superó el riesgo de sufrir una disminución de la cual no pueda recuperarse.
“Se tiene que seguir haciendo todo el esfuerzo necesario para cumplir con la meta del comité científico de tener una cobertura de 6 hectáreas ocupadas por las colonias de mariposa”, resaltó Jorge Rickards, director general de la organización no gubernamental WWF México, durante la presentación de los resultados del monitoreo de la temporada 2020-2021.
Los científicos han identificado que las principales amenazas para la mariposa monarca son tres: en los sitios de reproducción —localizados en Estados Unidos—, el uso de agroquímicos que ha llevado a la disminución de las plantas asclepias o algodoncillos, de las cuales se alimentan sus orugas. En México, el principal problema es la degradación de los bosques. Y la tercera amenaza es el cambio climático.
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Un vuelo que depende, en gran medida, del clima
Adán Peña, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), dependencia gubernamental que en conjunto con WWF-México y comunidades locales realiza el monitoreo anual, detalló que en la más reciente temporada invernal se registraron 10 colonias: seis dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca y cuatro afuera.
Además, en el municipio de Atlautla, aledaño al Parque Nacional Iztaccihuatl-Popocatépetl, también se registró la presencia de monarcas, pero no se estableció una colonia compacta.
La colonia que se estableció en los terrenos forestales del ejido El Rosario fue la más grande al ocupar 1.187 hectáreas. La más pequeña se ubicó en el ejido Crescencio Morales, donde no se observaban colonias de monarca desde 2003.
¿Por qué en el invierno pasado se registró un aumento en la superficie que ocuparon las colonias de monarcas? Para Gloria Tavera Alonso, directora general de conservación para el desarrollo de la CONANP, el incremento se debió a que, durante la temporada de 2019-2020, las mariposas iniciaron su viaje de retorno a Norteamérica y su etapa de reproducción antes de lo habitual, a principios de febrero. Eso permitió que no enfrentaran la sequía extrema que se vivió en Texas y que se tuviera una mayor cantidad de individuos.
“Las monarca se están adaptando a las condiciones climáticas”, aseguró Tavares. En 2022, por ejemplo, contrario a lo que sucedió el año pasado, las mariposas permanecieron hasta abril en los bosques de México.
En su artículo, la doctora Karen Oberhauser explica que el número de mariposas monarca depende, en gran medida, de los factores climáticos y de la disponibilidad de hábitat. “Las condiciones climáticas durante la primavera y el verano de 2021 fueron mejores que las del año anterior”, eso propició a que un número mayor de mariposas realizaran el viaje migratorio a los bosques de México.
Oberhauser advierte que los modelos actuales de cambio climático indican que las condiciones de climas cálidos y secos, que conducen a una disminución de las poblaciones de las mariposas monarca, “pueden volverse más frecuentes”.
Los científicos también han señalado que la conservación de los bosques de oyamel que se encuentran en México es vital para tener poblaciones adecuadas de mariposas monarca.
Para conservar esos bosques, en noviembre del 2000, el gobierno mexicano amplió a poco más de 56 mil hectáreas la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca; de esa extensión 13 mil 551 hectáreas forman parte de la zona núcleo.
Tala ilegal dentro de la reserva
Todos los días del año, los ejidatarios del El Rosario, que se encuentran en la zona núcleo de la reserva, realizan recorridos para vigilar su bosque y evitar que entren a talarlo. Lo mismo hacen otras comunidades que tienen su territorio dentro del área natural protegida o en los alrededores.
Incluso, algunas de comunidades con población indígena y que se encuentran en el estado de Michoacán —como Crescencio Morales, Carpinteros, Donaciano Ojeda y Francisco Serrato— han organizado consejos de autogobierno, como una forma de defenderse ante la cada vez más intensa presencia de grupos del crimen organizado, a los que también identifican como responsables del aumento de la tala ilegal.
Así como se realiza un monitoreo de la presencia de las mariposas monarca en los bosques del centro del país durante el invierno, también se hace un estudio anual para identificar el estado de conservación de la zona forestal que está dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.
Los datos más recientes muestran que en la zona núcleo de la reserva 13.9 hectáreas fueron taladas en forma ilegal entre marzo de 2020 y el mismo mes del 2021. Esta cifra muestra un aumento respecto a lo que se había registrado en años anteriores: 13.3 hectáreas entre 2019-2020 y 0.43 hectáreas entre 2018-2019.
Al presentar esos datos, Gloria Tavera, directora general de conservación para el desarrollo de la CONANP, comentó que las zonas afectadas por la tala ilegal ya están siendo restauradas.
Adán Peña, titular de la CONANP, aseguró que por la tala ilegal registrada entre 2020-2021 dentro de la reserva de la biosfera ya se presentaron dos denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Fiscalía General de la República.
El funcionario aseguró que la zona de la monarca es uno de los cinco lugares del país en donde se concentran las acciones para combatir la tala ilegal.
Si bien la tala ilegal es el factor que más contribuye a la degradación del bosque, en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca los datos revelan que los efectos del cambio climático también ya son más que evidentes. En el último año, por ejemplo, 3.06 hectáreas se degradaron a causa de la sequía.
“La sequía está pegando en todo el país y está degradando el bosque; está propiciando la presencia de enfermedades en el arbolado”, destacó Tavera.
En su artículo, la investigadora Karen Oberhauser también menciona que si los bosques del centro de México se degradan, serán cada vez menos capaces de proteger a las mariposas monarca de las temperaturas extremas. Y no sólo eso.
Investigadores mexicanos también han alertado de las consecuencias en cadena que traerá una mayor degradación de los bosques de la región monarca: se tendrá menos servicios ambientales, como captación de agua.
Más allá de ser el sitio donde las mariposas monarca llegan a refugiarse cada invierno, estos bosques también son el territorio del que depende la vida y el futuro de, por lo menos, 57 ejidos y 13 comunidades.
El artículo original fue publicado por Thelma Gómez Durán en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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Mongabay Latam es una plataforma de noticias ambientales, científicas y de conservación en español.
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