(Mongabay Latam).- Algunas ballenas, como las jorobadas, son famosas por sus llamadas melifluas, que se suelen llamar cantos de ballena. Sin embargo, no se sabía que las ballenas francas —tres especies de ballenas barbadas del género Eubalaena— cantaran. Los científicos pensaban que las vocalizaciones de las ballenas francas consistían enteramente de llamadas individuales, y no de las frases repetidas y con patrones de los verdaderos cantos de ballena.
Las llamadas parecidas a disparos —explosiones de ruido fuerte y estridente— se conocen como parte del repertorio vocal de la ballena franca del Pacífico Norte, al igual que los gritos, las llamadas de frecuencia ascendente y los gorjeos. Sin embargo, según un estudio publicado en The Journal of the Acoustical Society of America en junio de 2019, la ballena franca del Pacífico Norte, que es extremadamente rara, parece utilizar sus llamadas “disparo” en un patrón repetitivo. Es la primera vez que se graba a una población de ballena franca mientras canta.
Lee más | Científicos crean método para calcular el peso de las ballenas sin manipularlas
Jessica Crance, bióloga marina de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) y autora principal del estudio, dijo que sus colegas y ella detectaron “un extraño patrón de sonidos” cuando llevaban a cabo un estudio de campo en verano en la parte sureste del mar de Bering en 2010.
“Pensamos que podía tratarse de una ballena franca pero no conseguimos la confirmación visual”, dijo Crance en unas declaraciones. “Así que empezamos a revisar nuestros datos acumulados conseguidos con grabadoras acústicas ancladas y vimos estos patrones repetitivos de llamadas ‘disparo’. Pensé que esos patrones parecían un canto. Los volvimos a encontrar una y otra vez en diferentes años y lugares, y han sido bastante constantes durante ocho años”.
Hace dos veranos, Crance y su equipo estaban trabajando en el mar de Bering otra vez cuando pudieron confirmar visualmente que los patrones repetidos de llamadas ‘disparo’ procedían, en efecto, de las ballenas francas orientales del Pacífico Norte.
“Habíamos oído los mismos cantos durante un estudio en verano de 2017 y pudimos asociarlos a ballenas francas macho” en tiempo real utilizando sonoboyas que pueden grabar sonidos bajo el agua, dijo Crance. “Ahora podemos afirmar sin dudas que se trata de ballenas francas, y es muy emocionante porque no se había oído esto en ninguna otra población de ballenas francas”.
Hay dos grupos de ballenas francas del Pacífico Norte: además de la subploblación en el Pacífico Norte este/mar de Bering, hay otra población occidental más grande de 100 a 200 ejemplares en el mar de Okhotsk. También ha poblaciones en el Atlántico Norte, unas 400 ballenas, y una población más abundante se encuentra, sobre todo, en el océano Antártico.
Todos los cantos de ballena franca del Pacífico Norte que se pudieron identificar eran de machos, según el estudio. Crance y su equipo analizaron información acumulada durante 17 años en grabadoras autónomas instaladas en el mar de Bering y documentaron cuatro tipos de canto diferentes en cinco ubicaciones distintas entre 2009 y 2017.
Se pueden escuchar un par de las grabaciones de Crance y su equipo más abajo gracias a Earther, de Gizmodo:
“Cada tipo de canto consiste en una estructura jerárquica de 1-3 frases que se repiten en las que predominan los sonidos ‘disparo’; tres de ellos contenían otros sonidos (de frecuencia descendente, gemido, y llamada pulsátil de baja frecuencia)”, escriben Crance y NOAA en el estudio. “Los cantos se detectaron anualmente (julio-enero); todos fueron constantes durante ocho años. A menudo dos tipos de estos ocurrían simultáneamente producidos por diferentes ejemplares; el mismo canto nunca se detectó de forma simultánea en una misma ubicación. Se detectaron simultáneamente en dos lugares alejados, lo cual indica que distintos ejemplares pueden producir el mismo canto”.
Los descubrimientos plantearon una serie de nuevas preguntas, según Crane, como: ¿por qué canta esta población de ballenas?, ¿las otras poblaciones también lo hacen y simplemente no se ha documentado, o es algo único de esta población?
Trabajar en la remota extensión del mar de Bering hará que sea difícil encontrar las respuestas a esas preguntas, señaló Crance, sobre todo si se tiene en cuenta que podrían quedar menos de 30 ballenas en la subpoblación oriental de ballenas francas del Pacífico Norte. La subespecie, en su totalidad, está registrada como En Peligro en la Lista Roja de la UICN, pero la población oriental se ha evaluado de forma independiente y se ha registrado como En Peligro Crítico.
Crance aseguró que tienen muy poca información sobre las vocalizaciones de las ballenas hembra, pero es más frecuente observar machos emitiendo llamadas de tipo ‘disparo’.
Lee más | Cámara colocada en una ballena bebé revela secretos sorprendentes | VIDEO
“Con solo 30 animales, encontrar pareja debe ser difícil”, asegura la experta. “Quizás la relación de 2 machos por hembra en el Pacífico Norte haya hecho que los machos canten para atraerlas, pero puede que nunca lleguemos a comprobarlo o saberlo con certeza”.
El equipo de NOAA dice que su siguiente paso es observar la evolución de los cantos de ballena que han descubierto con el paso del tiempo y determinar si son estacionales y si algunos de ellos se producen en momentos específicos. “También queremos descubrir si los cantos contienen información específica de cada ejemplar”, dijo Crance. “Hay muchas cosas que me gustaría saber”.
El artículo original fue publicado en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
Si quieres conocer más sobre la situación de los océanos en Latinoamérica y el mundo, puedes revisar nuestra colección de artículos. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
OTRAS HISTORIAS DE MONGABAY LATAM QUE TE PUEDEN INTERESAR:
Disminuyen las poblaciones de caimán blanco en un importante sector de la Amazonía de Ecuador | ESTUDIO. Trabajar con caimanes no es una tarea fácil: hay que saber acercarse y aguantar sus forcejeos. Un grupo de biólogos ecuatorianos realizó un monitoreo de la población de babillas o caimanes blancos en la laguna Mateococha y temen que la situación de la especie, considerada de preocupación menor, es inquietante. Lee la historia aquí.
Cruz Grande: polémico proyecto portuario en la mira de las autoridades chilenas. A cinco años de recibir permiso para construcción, obras del polémico proyecto portuario Cruz Grande incumplen lo establecido y amenazan a especies vegetales amenazadas en el norte de Chile. La ONG Oceana solicitó que el permiso ambiental sea anulado. Lee la historia aquí.
Colombia: incendios, amenazas de muerte y operativos militares desatan nueva crisis en la Amazonía. Incendios provocados en parques Tinigua y Macarena ponen en peligro conexión entre Amazonía, Orinoquía y Andes. La Operación Artemisa, estrategia militar contra la deforestación, genera conflictos sociales con campesinos. Y las disidencias de las Farc han amenazado a los funcionarios de 10 parques nacionales amazónicos. Lee la historia aquí.