(Mongabay Latam / Yvette Sierra Praeli).- Mientras recorrían el camino de una antigua mina en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene, en Puno, los científicos Alessandro Catenazzi y Alex Ttito encontraron una extraña serpiente que no se parecía a ninguna otra de las que tenían referencia en esa zona.

La ubicaron en medio de una parcela de hojarasca, debajo de unos musgos, cuando removían la vegetación en busca de los pequeños anfibios que suelen habitar en estos espacios cubiertos por hojas secas.

Les llamó la atención, sobre todo, un pliegue que tenía en el rostro. “Es como una escama en la punta del rostro que pareciera que le sirve para escarbar porque viven en la hojarasca, muy cerca del suelo”, explica Catenazzi, científico del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Internacional de Florida.

Sin embargo, mayor fue su sorpresa cuando, tras realizar las investigaciones para definir su clasificación, se constató que habían redescubierto una especie encontrada por primera vez en el año 1950.

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Un nuevo género para una antigua serpiente

El primer espécimen de esta serpiente que ahora ha sido bautizado como Arcanumophis problematicus fue hallado hace casi siete décadas por Hilda Hempl Heller, una bióloga y antropóloga norteamericana que estuvo en Perú en dos oportunidades. La primera vez acompañando a su esposo en una expedición y la segunda vez para investigar la biodiversidad en el país.

Hempl Heller encontró a esta serpiente cerca de San Juan del Oro, en la provincia de Sandia, en Puno. En ese entonces, el espécimen fue llevado al Field Museum de Chicago donde años después, en 1986, fue estudiado por el desaparecido científico y herpetólogo Charles W. Myers, quien la clasificó como Erythrolamprus problematicus.

Sin embargo, las investigaciones recientes de la culebra encontrada en Puno revelaron que sus características corresponden a un grupo completamente diferente, por lo tanto, los científicos que la estudiaron han definido un nuevo género: Arcanumophis.

Arcanumophis problematicus fue encontrada en el camino a una antigua mina en Puno. Foto: Alessandro Catenazzi.

“Desde su primera clasificación, Myers menciona que no había caracteres morfológicos que soporten su asignación en algún género y tentativamente fue asignado al Erythrolamprus. El redescubrimiento significó una oportunidad para estudiar mejor su clasificación sistemática y taxonómica, en base a datos moleculares, así como fotografiar y apreciar mejor los caracteres morfológicos para comparar con el holotipo”, explica Alex Ttito, investigador del Museo de Biodiversidad del Perú en Cusco y de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En el artículo científico publicado en Zootaxa se describe a la Arcanumophis problematicus como una serpiente pequeña de color marrón oscuro cuya longitud varía entre 21 y 27.5 centímetros. Se explica también que esta especie ha sido encontrada en dos lugares: en la Cordillera de Carabaya, en Puno, y en las cuencas altas de los ríos Tambopata e Inambari, a alturas entre 1520 y 1960 metros sobre el nivel del mar.

Hilda Hempl Heller encontró por primera vez esta especie en la década de 1950. Foto: Bruce Graham

El artículo elaborado por Catenazzi, Ttito y Christopher R. Smaga, de la Southern Illinois University, en Estados Unidos, detalla los estudios moleculares que determinaron la ubicación de esta serpiente en un nuevo género.

“Al ser considerada una especie enigmática por haber sido registrada una única vez y descrita en base a un solo ejemplar, nos ofreció la oportunidad de conocer mejor su historia natural y estudiar las relaciones evolutivas que fueron una incógnita por mucho tiempo”, señala Ttito.

Catenazzi agrega que es muy difícil sacar conclusiones sobre esta especie teniendo solo dos individuos. “Es una especie rara, distinta al resto y probablemente tenga un modo de vida distinto. Parece ser una especie de hojarasca, pero aún sabemos muy poco”.

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Una mina abandonada

El hallazgo de la serpiente se produjo durante la expedición de los científicos por la Cordillera de Carabaya hacia la antigua Inca Mining Company, “un camino estrecho, al borde de cañones, múltiples puentes colgantes, oroyas, ríos serpenteantes cuyas aguas descienden de la cordillera y desembocan a la cuenca del rio Iñambari”, recuerda Ttito sobre el viaje. “Nuestro objetivo era recolectar información de la diversidad de anfibios y reptiles, y reportar el estado de la zona”, agrega.

La mina, ahora inoperativa, se abrió a finales del siglo XIX en la localidad denominada Santo Domingo, que actualmente corresponde a la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene.

Catenazzi explica que en las zonas deforestadas durante la época de operaciones de la mina se han cubierto nuevamente de vegetación. Se trata —explica— de un lugar importante para la herpetología porque es una localidad tipo de varias especies.

Camino hacia la mina abandonada en Puno. Foto: Alessandro Catanazzi.

Durante su expedición, los científicos encontraron poblaciones de ranas terrestres como las Pristimantis (Pristimantis platydactylus, P. danae, P. reichlei), Noblella y Oreobates (Orebates granulosus y O. amarakaeri) y otros géneros como Rhinella, Hypsiboas, Hyloscirtus, Dendropsophus. “Dentro de estas poblaciones se encuentran nuevas especies para la ciencia”, asegura Ttito.

César Aguilar, jefe del departamento de Herpetología del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, señala que el redescubrimiento de esta especie permite avanzar en el conocimiento de la verdadera diversidad de las serpientes en Perú.

La serpiente redescubierta habita en el área de amortiguamiento de Bahuaja Sonene. Foto: Alessandro Catenazzi.

Aguilar agrega que en el caso de las serpientes el análisis molecular y genético es trascendental debido a las semejanzas morfológicas que existen entre las especies que hace complicada su diferenciación a simple vista, algo que no ocurre con los anfibios.

Para el científico Ttito, es importante continuar con la exploración de las áreas adyacentes para determinar su distribución geográfica y observar su abundancia. “Estos datos son esenciales para proponer estrategias de conservación correctas y exitosas”.

*Imagen principal: serpiente fue hallada en zona de amortiguamiento de Bahuaja Sonene. Foto: Alessandro Catenazzi.

El artículo original fue publicado en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.

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