(Mongabay Latam / Alexa Vélez Zuazo).- En 1984, Demetrio Pacheco abandonó su tierra natal, Moquegua, para mudarse a Madre de Dios. Al comienzo pensó en convertirse en un minero artesanal y vivir de la extracción de oro, pero no tardó en darse cuenta que su camino era la conservación.

Hoy administra una concesión forestal de reforestación y libra una batalla diaria contra los taladores y mineros ilegales. La conservación de las 842 hectáreas de bosque que posee en el sector de San Juan, en la margen derecha de la carretera Interocéanica, provincia de Tambopata, ha puesto en peligro su vida y la de su familia.

Sin ir muy lejos cuenta que, hace menos de dos años, a su hijo lo amenazaron de muerte colocándole el cañón de una escopeta en la boca y que alguien dejó una bala sobre la mesa que usa como comedor en el campamento que tiene dentro de su concesión.

Dentro de su concesión todavía tiene un bosque primario en el que sigue reforestando y aprovechando. Es totalmente otro panorama. Foto: Diego Pérez / SPDA.

Pero increíblemente nada parece detener a Demetrio Pacheco, pues a pesar de todo lo vivido, aún confía en que la situación podrá revertirse. Hoy reparte su tiempo entre la conservación de los bosques y las responsabilidades que ha asumido como vicepresidente del Comité de Gestión de Tambopata y la presidencia de la Asociación de Concesiones Forestales de Reforestación de Madre de Dios. Lo encontramos precisamente en el lanzamiento de “Tambopata Libre”, una campaña impulsada por las habitantes que viven alrededor de la Reserva Nacional Tambopata y que busca recaudar fondos para continuar su lucha contra la minería ilegal y la deforestación

En esta entrevista, Demetrio Pacheco habla de los peligros que enfrentan; de la ‘Operación Mercurio’, una intervención multisectorial del Gobierno para recuperar el control de La Pampa (zona de amortiguamiento de la reserva) ejecutada hace más de tres meses; de la reciente movilización de los mineros ilegales a otros sectores de Madre de Dios y del lanzamiento de una campaña que les permitirá continuar monitoreando y denunciando las actividades ilícitas alrededor del área protegida.

Lee más | Perú: indígenas tikuna defienden el bosque de las garras del narcotráfico | VIDEOS

¿Cuándo fue la última vez que invadieron su territorio?

La segunda vez ha sido en agosto de 2012.

¿Cuántas personas han invadido su concesión?

Son treinta y tantas personas, recién el año pasado se han retirado. Al año y meses llega la fiscalía a constatar los daños, haber transcurrido todo un año para recién ir a constatar los daños.

¿Qué destruyeron?

Ya se habían bajado alrededor de 10 hectáreas de bosque primario. Las denuncias van y vienen, y luego se constituye otra organización (agraria) que se ubica en la zona oeste, que colinda con otro concesionario, aprovecharon el lindero y empezaron 300 metros, 300 por 1000 y ya lo parcelaron. Estos invasores a mí me denuncian porque dicen que estoy cometiendo un crimen. Me denuncian el último día de julio de 2015 por tala ilegal.

Demetrio Pacheco mira parte de su concesión. Acá quemaron todo y luego sembraron plátano. Un cultivo que crece rápido y con el que aprovechan para denunciar los cambios de uso de los concesionarios. Foto de Jack Lo.

¿Cuántas veces lo han amenazado?

Un día mi hijo me dice: “Papá, hay que conversar con ellos, seguro quieren arreglar contigo. Dicen que van a tener el domingo una reunión en su local comunal”. Entonces yo le digo: “Hijo, yo no tengo nada que hablar con ellos”. Él me responde: “Por aquí transitan, siempre me los encuentro, me andan tratando mal”. Yo le digo a mi hijo que, por mi seguridad, yo no me voy a enfrentar boca a boca con ellos, yo también puedo perder el control y puede hacer cualquier cosa. Y no fui pues, me salí a la carretera, el día lunes yo viajé a la ciudad, porque naturalmente los seguimientos a cualquier gestión pública son de lunes a viernes, entonces yo bajé y me llama como a eso de las 9 y 30 de la mañana mi hijo: “¡No ves!…Como no has ido, mira lo que han dejado acá”. Teníamos una mesa en el campamento y encontró una bala. Le digo no la toques, agárrala con un papel, ahí deben haber quedado las huellas. Tómale fotos y la levantas. Con eso pensé me están anunciando algo. Me dice entonces mi hijo: “Yo les dije que ibas a ir y esto es una amenaza”.

¿En qué año ocurrió?

2017.

Lee más | Madre de Dios: «En dos días vas a desaparecer»

‘Operación Mercurio’: tres meses después 

Y ahora con la ‘Operación Mercurio’, ¿la situación ha mejorado?

La ‘Operación Mercurio’ solo se ha centrado en la zona de amortiguamiento, pero la resolución dice que se dan esas medidas con el fin de reprimir ilícitos penales y han determinado los distritos de Inambari, Laberinto y Tambopata. Yo estoy entre Laberinto e Inambari, que está dentro del alcance de esa declaratoria de emergencia dice que para [controlar] ilícitos penales: la deforestación, la contaminación de las aguas, la erosión de los suelos por los efectos de la minería… Entonces por qué hay que hacer una diferencia de solo hay que erradicar esto y los de este lado, que dicen que [por ser] el corredor minero, no hacen interdicción.

¿Qué ha pasado entonces?

Hay gente que son del lugar que se han metido a la actividad ilegal y algunos que [vienen de] lejos, se han replegado al bosque y los policías que no conocen, no quieren ingresar al bosque, pero se han ido [ahí] donde hay derechos otorgados que son las concesiones forestales.

La bala que le dejaron a Demetrio sobre la mesa de su campamento. Imagen cortesía de Demetrio Pacheco.

Desde la ‘Operación Mercurio’, ¿qué cambios ha visto?

Lo primero que han hecho, como acá se ha instalado en un inicio la policía y después se ha instalado el ejército, la mayor parte de la minería se ha asentado en esas partes de Primavera Baja, Nueva Arequipa y Alto Libertad, tan es así que por donde está el río Malinowski, por donde está la reserva, hasta ahí han llegado. Y hacia la margen derecha de Puerto Maldonado, hacia Mazuco, la zona de influencia de la zona de amortiguamiento, entonces qué han hecho estos, como acá hay presencia militar, se han pasado a las concesiones en el corredor minero, ahorita hay deforestación. ¿Cuál es la habilidad de esta gente? Posesionarse de un espacio, deforestar, plantar plátano, cualquier cosa, y luego ellos dicen yo estoy posesionado y si tú quieres entrar a trabajar, hagamos un arreglo. De una manera totalmente ilegal.

Están principalmente en Nueva Arequipa, hay una concesión que casi la han desaparecido, es la cuenca del río Guacamayo, todo lo que es Sarayaku y el resto se ha replegado a Primavera Alta… Con el servicio de seguridad que tienen, los amenazan a los concesionarios, por eso se va a realizar una reunión con estos grandes jefes de la ‘Operación Mercurio’ para ver cómo se va a armar un operativo para sacar de ese lugar a esta gente.

"... yo culpo mucho al Gobierno de haber permitido el avance de la minería cuando se había denunciado. Han dejado que avance".

¿Cree que la vida de las personas que viven en Tambopata está en peligro ahora?

Por supuesto, si acá tenemos uno que es coordinador del comité de gestión que es Jorge Minga, [está] entre Primavera Baja y Primavera Alta, lo tienen seriamente amenazado.

¿Por qué lo amenazan?

Porque está haciendo prevalecer el derecho que le han otorgado.

No quiere que entre la minería a su concesión.

Por supuesto que no. Y ya habían entrado y habían afectado, él ha puesto la denuncia, ha entrado Osinfor (Organización de Supervisión de los Recursos Naturales) a supervisar la concesión y han encontrado trabajo de minería y ¿qué han hecho? Lo han sancionado con 30 mil soles por haber permitido el cambio de uso.

¿Ha sido una invasión?

Ha sido invasión pues. Y ese es un lunar de tantos, se ha expuesto tanto que finalmente lo han terminado matando a su sobrino.

La Operación Mercurio 2019, que comenzó el 19 de febrero, busca erradicar toda actividad ilegal en La Pampa, ubicada en la zona de amortiguamiento del Tambopata. Foto: Ministerio del Interior.

¿La gente tiene temor?

Claro. Eso es a grandes rasgos lo que está aconteciendo, por eso yo culpo mucho al Gobierno de haber permitido el avance de la minería cuando se había denunciado. Han dejado que avance, que cruce la vía Interoceánica, llegue a esta zona de amortiguamiento, que hay derechos otorgados, y luego pasen a la zona de reserva, que es una zona intangible.

Y para el tema de seguridad, ¿a qué institución ha acudido?

Yo en mi caso personal he acudido a la Prefectura.

¿Y ha recibido una respuesta?

Cuando ocurrió lo de la bala (2017), en la entradita de la mesa de partes, el que me recibe me dice: “Acá dice que has presentado en diferentes instancias tú denuncia sobre esto”. Le respondo que sí y me contesta: “Ah, no, si ya hay una denuncia de por medio, yo ya no te puedo atender”. Yo le digo…“¿Usted mismo me lo va a resolver?” y me dice “el Prefecto no te va a atender esto”.

A lo largo de veinte kilómetros, este es el escenario que se puede observar en el bosque de Madre de Dios: pozas mineras con mercurio, muchas de ellas abandonadas y sin tratamiento de cierre. Foto: Vanessa Romo/ Mongabay Latam

¿Usted quería denunciar que su vida estaba en peligro?

Para que me den garantías personales.

¿Se las dieron?

No me las dieron.

¿Algunas de las personas que viven en las concesiones que menciona tienen garantías?

Ninguno, ninguno, ninguno.

¿Tras la ‘Operación Mercurio’ se implementó algún mecanismo concreto para proteger a los defensores ambientales o concesiones?

No, no, no. Nada, absolutamente nada… ahora somos más visibles por esto que estamos exponiendo.

La campaña ‘Los Tambopata’, ¿en qué los va a ayudar?

Nos va a ayudar con los fondos que son tan indispensables y sabe por qué le digo indispensables, porque cuando uno de los afectados hace una denuncia, ¿qué dice la Policía? “Si pones movilidad, en el acto nos movemos”… Yo a veces me pongo a pensar en qué terminará esto. Estamos expuestos sin ningún tipo de protección, en abril ha salido una disposición legal, el protocolo por la defensa, está en el papel, pero ¿en la práctica?


La versión completa de este reportaje fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.

Si quieres conocer más sobre la realidad y las amenazas a los activistas ambientales de Latinoamérica y el mundo, puedes revisar nuestra colección de artículos. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

OTRAS HISTORIAS DE MONGABAY LATAM QUE TE PUEDEN INTERESAR:

Guiomar Nates: “Apis mellifera nunca se va a extinguir, las abejas silvestres están en mayor riesgo”. Antes de que se reconociera la importancia de la polinización, Guiomar Nates Parra llevaba décadas investigando a las abejas silvestres de Colombia. Junto a otros científicos, busca que la conservación de abejas, abejorros y otros polinizadores se tomen en cuenta en decisiones políticas. Lee la historia aquí.

Chile: la belleza de Rapa Nui es contaminada por escándalo de corrupción. En 20 meses de administración de Rapa Nui, $US 566 347 fueron a parar a manos de familiares directos del presidente del directorio de Ma’U Henua y sus empresas. Unidad Anticorrupción investiga y área natural está sumida en el caos. Lee la historia aquí.

Menos selva tropical, menos lluvia: un cuento aleccionador desde Borneo. Un estudio reciente señala que la deforestación masiva por todo Borneo, para dejar sitio a las plantaciones de palmas de aceite, ha llevado a un aumento en las temperaturas y a una disminución de las lluvias, lo que afecta al lucrativo cultivo. Lee la historia aquí.