(Mongabay Latam / Vanessa Romo).- Han pasado diez años desde que el país conoció las primeras imágenes de la destrucción masiva causada por la minería ilegal en Madre de Dios. La fotografía que quedó grabada entonces fue la de un suelo muerto, un desierto de mercurio y dragas que avanzaba violentamente carcomiendo una parte de la Amazonía. Esa era La Pampa, área tomada por los ilegales en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Tuvo que transcurrir una década para que el Estado vuelva a retomar el control de ese territorio destruido, más de 100 000 hectáreas, de acuerdo con los cálculos del Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA). Un espacio equivalente a un tercio de Lima Metropolitana.

El primer paso se dio este lunes. Ese día el Estado declaró en emergencia por 60 días los distritos de Tambopata, Inambari, Las Piedras y Laberinto, en la provincia de Tambopata, Madre de Dios. En estos se concentra la mayor ilegalidad y destrucción ambiental. El decreto supremo anuncia ciertas restricciones en la zona y autoriza a las Fuerzas Armadas a colaborar con la Policía Nacional en las labores de control y orden. 

Un día después se pusó en marcha la Operación Mercurio 2019. Esta es la primera fase del Plan Integral frente a la Minería Ilegal en Madre de Dios, desarrollado por el Ministerio del Ambiente, que llevó a un territorio tomado por mineros ilegales a 1272 policías, 300 militares de las Fuerzas Armadas, 70 representantes del Ministerio Público y peritos de Criminalística y de la Unidad de Explosivos.

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Las primeras acciones 

De acuerdo con el general de la Policía (PNP) Luis Vera, jefe de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y al mando del operativo, las acciones se concentraron ayer en el desalojo de dos puntos: Mega 12, uno de los campamentos de minería ilegal más grandes de La Pampa; y de nueve kilómetros a lo largo de la carretera Interoceánica, desde el kilómetro 107 al 115.

“Hemos intervenido 55 negocios de venta ilegal de oro y combustible, además de diez centros donde había trata de personas”, declaró el general Vera a Mongabay Latam. Hasta anoche, se habían rescatado 44 víctimas de trata y había 38 detenidos por diferentes presuntos delitos, entre ellos 27 intervenidos por el delito de trata de personas. Aunque aún no se ha calculado el monto de los bienes incautados, el general Vera confirmó que se han llenado tres camiones de carga y cinco camionetas con estos artículos. Además aseguró que hoy se está trabajando en otras dos zonas dentro de La Pampa, conocidas como ‘Balata’ y ‘Chicle’, ubicadas a la altura de los kilómetros 116 y 117 de la Interoceánica.

La diferencia con las otras decenas de ingresos de las fuerzas del orden a esta zona tomada por los mineros ilegales es que es una intervención multisectorial y que tendrá un periodo largo de ejecución, señaló la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz. “Esta incluye directamente a trece sectores del Estado, más el Poder Judicial y la Fiscalía de la Nación”, precisó.

De acuerdo a Muñoz, hay una primera etapa de desalojo que durará 14 días. Luego de esto se seguirá con la vigilancia de los negocios en la carretera y se derivará a la población más vulnerable, los menores de edad, a albergues estatales. El Ministerio del Interior agregó que la etapa de consolidación tendrá una duración de seis meses y permitirá lograr el control total de la zona. El ministro de Defensa, José Huerta, señaló que este trabajo será reforzado con la instalación dentro de la zona de La Pampa de una “base de protección de la Amazonía”.

“Así como en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) existen bases antisubversivas, en La Pampa tendremos bases de protección de la Amazonía para trabajar con la PNP contra la minería ilegal”, afirmó. “Si es necesario reforzar el contingente de 300 hombres que tenemos ahora, lo haremos”, sentenció Huerta.

El Plan Integral frente a la Minería Ilegal en Madre de Dios considera también un eje social, así como la formalización minera y el desarrollo productivo, señaló la ministra Muñoz al diario El Comercio. El presupuesto para la implementación del plan es de aproximadamente S/ 200 millones (US$ 61 millones).

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La otra recuperación

La pregunta que los ministros aún no han respondido es: ¿Qué pasará con las más de 100 000 hectáreas destruidas por la minería ilegal en La Pampa? Luis Fernández, director ejecutivo del CINCIA —organización científica creada en el 2016 y en la que participan expertos de la Universidad de Wake Forest (EE.UU.)—, comenta que deberían usarse las experiencias y enseñanzas que tanto organizaciones públicas como privadas han realizado para evaluar y recuperar suelos similares a los de La Pampa, se refiere a territorios desérticos repletos de pozas mineras que contienen agua contaminada con mercurio.

“Luego de recuperar la zona, el Estado tiene que calcular el daño y la profundidad de la herida. En CINCIA hemos trabajado con parcelas que tienen suelos similares al de La Pampa y sobre los cuales se ha hecho minería ilegal. Se han probado 60 especies de plantas nativas de Madre de Dios y hemos logrado resultados positivos, sobre todo con el uso del biocarbón, que ha ayudado a una pronta regeneración”, comentó Fernández.

De acuerdo con los estudios de CINCIA, la inversión para recuperar estos suelos en una primera etapa es de US$4000 por hectárea, lo que vuelve viable el proceso. “Sin embargo, esto es en base a nuestra experiencia, hay que analizar el suelo y el nivel de degradación que tiene”, precisó el científico. Para Fernández, el problema más grave son las pozas mineras que contienen agua con mercurio y hasta peces. “Aún no hay estudios concluyentes de lo que se puede hacer con estas pozas. Nosotros las seguimos observando para hallar una solución”, agregó. 

El director científico de CINCIA, Francisco Román, señala que si bien la mayor concentración del mercurio se encuentra en estas pozas, los suelos estarían libres de este elemento contaminante. “Hemos hecho muestreos exhaustivos y hemos encontrado que el mercurio no se aloja en los suelos desérticos que quedan luego de la actividad aurífera. Aún seguimos evaluando, pero los datos que hemos recolectado nos indican eso”, confirmó. Esos resultados preliminares dan una esperanza a las tierras degradadas de La Pampa.

Román cree que el Estado debería implementar varias fases para esta recuperación. “La primera debe ser la caracterización con análisis geográfico, luego el diseño e implementación de los modelos de plantación y, por último, el mantenimiento y monitoreo de las plantaciones. No puede reforestarse y dejar que las plantas crezcan sin supervisión”, agregó.

La versión completa de este reportaje fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.

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