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Romeo y Julieta: una pareja de ranas que lucha contra la extinción en Bolivia

Los científicos hallaron en los bosques nublados de los municipios de Pojo y Comarapa cinco ranas acuáticas de Sehuencas: dos hembras y tres machos.

Publicado: 2019-01-30

Tras una década en soledad, la rana acuática Romeo encontró a su Julieta. Los científicos que han fungido de chaperones de una especie que se resiste a extinguirse, esperan ahora que el apareamiento traiga como feliz resultado una nueva generación de ranas Sehuencas (Telmatobius yuracare) para Bolivia.

Aunque la campaña desarrollada por un grupo de investigadores para buscarle una pareja a Romeo promovía la idea de un romance sin precedentes, en el fondo no se trata de una historia de amor, sino de supervivencia. La rana Telmatobius yuracare, bautizada como Romeo, era el único individuo vivo de su especie en cautiverio y, en diez años, no se había visto otra en los bosques nubosos de Bolivia.

La rana acuática de Sehuencas ‘Romeo’ en el acuario en el que vive desde hace diez años. Foto: Robin Moore.

Por eso los científicos eligieron el día de los enamorados, 14 de febrero de 2018, como una fecha estratégica para lanzar la campaña #Match4Romeo en una popular plataforma de citas. El objetivo: recaudar 15 000 dólares para financiar la búsqueda de Julieta. Sin embargo, la campaña fue tan exitosa que el monto final bordeó los 25 000 dólares. Con estos fondos, un equipo del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny en alianza con Global Wildlife Conservation organizaron una expedición a un bosque nuboso de Bolivia y encontraron el remedio para evitar la extinción de Romeo: cinco ranas Telmatobius yuracare, dos de ellas eran hembras.

Imágenes de las ilustraciones publicadas en el portal de citas online Match.

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Tras los pasos de Julieta

Las expediciones comenzaron en noviembre de 2018. Las primeras no dieron resultado y creció la presión sobre el equipo que asumió el desafío de encontrar a Julieta. Incluso el mismo Romeo, que tiene cuentas en todas las redes sociales y muchos seguidores, enviaba mensajes a los investigadores. “Vi el tweet de Romeo expresando todas sus esperanzas”, recuerda la bióloga Teresa Camacho Badani, líder de la expedición y jefa del departamento de herpetología del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny en Bolivia.

Ricardo Zurita busca a Julieta en las cascadas de los bosques nublados de Bolivia. Foto: Stephane Knoll/ Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny

La búsqueda continuó imparable hasta los primeros días de diciembre, que fue cuando encontraron al primer macho. Con más expectativas salieron al día siguiente y apareció Julieta junto a tres ranas más. Era la primera vez en una década que los biólogos veían a cinco ranas acuáticas de Sehuencas en estado natural.

El equipo de investigadores buscó en hábitats muy bien conservados como algunos arroyos en los bosques nublados de Bolivia, específicamente en aquellos situados en el límite entre Cochabamba y Santa Cruz, en los dominios de los municipios de Pojo y Comarapa.

“Estamos encantados con este resultado para Romeo y su especie. Ahora se une a la lista de millones de ‘miembros’ que han encontrado relaciones significativas en Match”, dijo Hesam Hosseini, CEO de Match, la compañía de citas más grande del mundo con la cual se recaudó el dinero para Romeo.

Teresa Camacho, líder de la expedición, sonríe frente al hallazgo de Julieta. Foto: Stephane Knoll/ Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny.

El plan para encontrar a Julieta consideraba 10 expediciones, ya se realizaron siete y quedan tres pendientes hasta marzo.

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La primera ‘cita’ de Romeo y Julieta

Ahora que encontraron una pareja para Romeo, el equipo del Museo de Historia Natural de Cochabamba está listo para desarrollar un programa de cría para su conservación y con más de una pareja. Algo que no esperaban que sucediera.

La líder de la expedición, Teresa Camacho, sabe que el reto que tienen ahora es asegurar la reproducción de la pareja en cautiverio. Si bien la científica tiene experiencia en la conservación de anfibios, es la primera vez que trabajarán con las Telmatobius yuracare.

Julieta aguarda ahora su primera cita con Romeo. Foto: Robin Moore/Global Wildlife Conservation.

Pero los expertos saben que no pueden depositar todas sus esperanzas en el apareamiento entre Romeo y Julieta. Por eso se han preparado para ensayar un nuevo escenario en caso este no funcione. Han considerado aparear a los otros machos con las dos hembras. Aunque aún es prematuro pensarlo, incluso están barajando la posibilidad de conservar los espermatozoides de Romeo para intentar una fertilización en vitro. La meta a largo plazo es devolver a las ranas acuáticas a su hábitat natural.

Pero por ahora las cinco ranas se mantienen en cuarentena en un ambiente construido especialmente para este fin. Los científicos necesitan analizarlas para establecer si portan o no alguna enfermedad que podría comprometer la salud de los demás anfibios que viven en el Centro K’ayra de Investigación y Conservación de Anfibios Amenazados de Bolivia. Saben que 200 especies diferentes podrían verse afectadas.

Lo que buscan los investigadores, aplicando análisis de parasitología y de ADN, es determinar si albergan el hongo quítrido, que en la última década ha diezmado a las poblaciones de anfibios en el mundo y que también está presente en Bolivia. La quitridiomicosis es una enfermedad que ataca la piel y provoca la muerte masiva de los anfibios.

La rana Telmatobius yuracare se encuentra en estado Vulnerable, según la UICN. Foto: Robin Moore/ Global Wildlife Conservation.

La líder del equipo de científicos explicó que suelen aplicar un tratamiento preventivo para el hongo, sin embargo, en esta ocasión, no lo harán para no estresar al quinteto de ranas por la importancia que tienen en este momento.

Si están libres del hongo, lo más probable es que en febrero Romeo y Julieta tengan su primer encuentro para aparearse, de lo contrario recién en marzo o abril se daría la tan esperada ‘cita’. “Todo dependerá de las siguientes semanas”, puntualizó Camacho.

La versión completa de este reportaje fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.

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