(Mongabay Latam / Yvette Sierra Praeli) La mañana del domingo 29 de julio una nueva invasión ocurrió en las Lomas de Amancaes. Esta vez, no se trataba de unas pocas personas como había ocurrido en ocasiones anteriores sino de decenas de invasores que, aprovechando el día festivo por el aniversario de Perú, se iban apropiando de terrenos que corresponden a este frágil paisaje costero.

Haydeé Cerrón nada pudo hacer ante el avance de una nueva invasión. “Eran como cien personas las que subieron por varios sectores, están lotizando todas las lomas” lamenta la presidenta de la Asociación de Protectores Ambientales de la Flor y Lomas de Amancaes (PAFLA), organización vecinal que desde hace varios años enfrenta el deterioro este ecosistema.

Las Lomas de Amancaes abarcan 237.45 hectáreas, en los distritos de Rímac, Independencia y San Juan de Lurigancho, en Lima y, en octubre de 2013, fueron incluidas en la Lista de Ecosistemas Frágiles del Ministerio de Agricultura y Riego, una relación que incluye lugares que presentan un alto grado de amenaza y poca capacidad de recuperación.

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Tráfico y amenazas de muerte

Las invasiones en la Lomas de Amancaes no son recientes. La desaparición de este ecosistema ha sido un proceso que se viene dando desde hace varios años como consecuencia del crecimiento de la urbe hacia los cerros.

Juana Ccama, dirigente del sector Ampliación Los Jardines, dice que el lugar donde se ubica su casa también fue alguna vez parte de este ecosistema, pero cuando llegó, en el año 2009, nadie sabía que se trataba de un lugar que se debía proteger. Ahora, es integrante de la organización que busca proteger las lomas. Sin embargo, afirma, vive amenazada por los invasores que lentamente van arrasando con lo poco que queda de este espacio verde.

Ccama siente que su lucha por tratar de conservar lo que aún queda del frágil ecosistema ha sido inútil. “Este lugar es hermoso y se está destruyendo poco a poco. Desde que asumí este cargo estuve con ganas de cuidarlo pero cada vez se destruye más”.

Precarias viviendas se construyen en las laderas de la Lomas de Amancaes. Foto: Cecilia Jananpa. PAFLA

La lideresa señala que ha sido amenazada desde el 2015, época en la que solicitó por primera vez garantías para su vida. “Te voy a dar un plomazo y no pasará nada”, le dijeron a Ccama para intimidarla. Ahora tiene miedo. “Son gente de mal vivir, que fuma y que se droga”, asegura al referirse a quienes han ingresado por el sector en el que vive para instalarse de manera ilegal en las lomas.

El avance de las invasiones parece imparable. Ccama dice que cada vez que llegan ocupantes ilegales piden apoyo a la Policía y a la Municipalidad del Rímac, pero que no hacen nada para expulsar a los invasores. “Aquí hay tráfico de tierras. Los lotes invadidos se negocian a 3 000 soles. Nadie vive ahí ahora. Solo se instalan y después los venden”.

Trinidad Pérez, integrante del PAFLA y dirigente del Club de Madres del sector Ampliación Las Brisas, cuenta que en su zona no se ha producido una invasión masiva como en Ampliación Los Jardines, pero que la llegada de ocupantes ilegales no cesa desde hace varios años.

"Aquí hay tráfico de tierras. Los lotes invadidos se negocian a 3 000 soles. Nadie vive ahí ahora. Solo se instalan y después los venden”.

“En los últimos días se han instalado dos nuevos invasores. Dicen que han pagado entre dos y tres mil soles para tener sus lotes y que tienen autorización de la municipalidad”, sostiene Perez.

Sin embargo,  el encargado de la Oficina de Medio Ambiente de la Municipalidad del Rímac, Gianmarco Mendoza sostiene que el municipio no ha entregado certificados de posesión a ningún invasor y aclaró que más bien, desde su oficina ha solicitado en reiteradas oportunidades que se actúe para frenar las invasiones.

Mendoza asegura que la comuna ha acudido al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para que intervenga ante el daño ambiental que se está produciendo en las lomas. “La primera semana de julio, la municipalidad, a través de la Gerencia Municipal, ha enviado un oficio reiterativo a Serfor para que instale los hitos que delimitan el ecosistema frágil, pero hasta el momento no hemos obtenido respuesta”.

La flor de amancaes ha sido reintroducida en las lomas, luego de que desapareciera años atrás. Foto: PAFLA.

Consultamos con el Serfor sobre el tema y ofrecieron dar una respuesta, pero hasta el cierre del artículo no se volvieron a comunicar con nosotros.

Las Lomas de Amancaes figuran en la lista de los ecosistemas frágiles elaborado por Serfor y en la resolución de su reconocimiento se especifica que esta institución prestará asistencia técnica especializada a las autoridades competentes para garantizar la conservación del lugar.

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El anuncio de la desaparición

Herless Álvarez, presidente de la Coordinadora de Lomas Costeras del Perú, asegura que la Lomas de Amancaes desaparecerán en pocos años. “La Loma Cerro Negro, en San Juan de Lurigancho ya desapareció y la siguiente posiblemente sea Amancaes, porque, además de las invasiones, ha sido golpeada terriblemente por la obra de abastecimiento de agua”, señala con referencia al proyecto Ampliación y Mejoramiento de los Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado para el Esquema San Juan de Amancaes, a cargo del Ministerio de Vivienda, que actualmente se realiza en la zona.

“Se está construyendo en zonas donde hay recursos vegetales que son muy frágiles y que con esta infraestructura están desapareciendo completamente. No volverán a crecer”, comenta Álvarez con relación a especies como la tara (Caesalpinia spinosa), el cactus (Cactaceae), las ortigas (Urtica) y la caigua (Cyclanthera pedata), entre otras que alberga Amancaes.

Rodrigo Arce, especialista en conservación de recursos forestales y cambio climático  explica que el proceso de degradación que están padeciendo estas lomas se debe principalmente al avance de la ocupación humana. Señala que las lomas tienen una fina capa de suelo que se deteriora con facilidad cuando se camina sobre ella, lo que  altera su capacidad de recuperación. “No solo son las plantas se ven afectadas, sino también la fauna que habita la zona y que cumplen una determinada función”.

Los invasores dicen que pagan entre 2 000 y 3 000 soles por el predio que ocupan. Foto: Cecilia Jananpa / PAFLA.

Arce explica que cuando se pierden algunas especies se produce la alteración del ecosistema, pero continúa siendo una loma, como sucedió con la extinción local de la flor de amancaes (Ismene amancaes). Si continúa este proceso de pérdida de especies, se llega a la degradación. El problema se agudiza cuando el ecosistema se hace inviable, entonces llega su destrucción. “Esto sucedió en las lomas de Zapallal, que hace 20 años todavía existían, pero se recorrió tanto que la vegetación desapareció. Ahora reverdece un poco, pero eso ya no es una loma, simplemente desapareció”.

El presidente de la Coordinadora de Lomas Costeras cuestiona que no se estén tomando medidas para mitigar los impactos negativos que está ocasionando esta construcción de agua potable. Por un lado, dice, ocasionan daños al suelo, debido al movimiento de tierra que produce una obra de esta envergadura. Por otro lado, la apertura de una vía para llevar maquinarias y materiales utilizados en la construcción del reservorio ha facilitado el ingreso de más invasores.

La llegada ilegal de ocupantes el último feriado ha sido posible por esta ruta, asegura la presidenta de PAFLA, quien desde que se inició la obra, en diciembre de 2017, alertaba sobre los riesgos que significa abrir caminos.   

Actualización:

Mongabay Latam solicitó una entrevista con el Ministerio de Vivienda para este artículo, con el fin de preguntarles sobre los reclamos presentados por los pobladores sobre las obras para la construcción del proyecto Ampliación y Mejoramiento de los Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado para el Esquema San Juan de Amancaes. Tras la publicación, el área de comunicaciones del Ministerio de Vivienda le envió su versión a Mongabay Latam y en ella indican que en las obras mencionadas "se hizo la debida delimitación y señalización del área de trabajo" y se coordinó para restringir el acceso solo al "personal autorizado y colocando resguardo diario en la zona". Asimismo, añadieron que las obras se realizaron respetando lo que establece la legislación ambiental y manteniendo la "rigurosidad técnica" de acuerdo a la sensibilidad de la zona. Finalmente, señalaron que "el Ministerio de Vivienda a través de su Dirección General de Asuntos Ambientales, viene implementando un cronograma de supervisión recurrente a Amancaes, con la finalidad de verificar el cumplimiento de los compromisos ambientales asumidos”.

Una versión ampliada de este reportaje fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.

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