(Mongabay Latam / Yvette Sierra Praeli).- Entre las principales causas indirectas de deforestación en la Amazonía figuran las carreteras y vías de acceso fluvial, que explican más del 60 % de la pérdida de área forestal, señala un documento del Global Green Growth Institute y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre. Por ello, la ejecución de la nueva carretera que une Yurimaguas con Jeberos, en la provincia de Alto Amazonas en Loreto, ha generado controversia entre especialistas, dirigentes indígenas y autoridades.
“Es un caso raro de una nueva carretera que cruza un bosque prístino, por tanto, el impacto puede ser inmenso”, comenta Matt Finer, investigador principal del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés).
La vía, que financia el Gobierno Regional de Loreto, cruza un bosque de producción permanente y uno de los sitios prioritarios de conservación de la diversidad biológica de la región.
Los bosques de producción permanente son aquellos que por su naturaleza tienen aptitud para uso forestal, principalmente madera, y otros recursos de flora y fauna silvestres en forma sostenible; mientras que los sitios prioritarios para la conservación de la diversidad biológica se definen como espacios geográficos relevantes para la biodiversidad del país.
Según las imágenes satelitales captadas por MAAP esta vía, que ejecuta el Gobierno Regional de Loreto, ya tiene un trazo avanzado de por lo menos 65 kilómetros.
Finer señala que por el momento solo se presenta deforestación lineal asociada con la carretera misma, pero advierte que, si no se toman medidas adecuadas, se puede provocar una destrucción masiva de bosque primario.
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Un lugar para la conservación
Iris Olivera, coordinadora del programa de cambio climático y bosques de la ONG Derecho Ambiente y Recursos Naturales (DAR), cuestiona la construcción de la vía. “Es posible hacer carreteras en la Amazonía, pero se debe identificar su ubicación y no instalarlas donde existe un bosque de protección permanente o un sitio de conservación, aprobado por el mismo gobierno regional y que alberga especies amenazadas y hábitats que deben ser protegidos. El proyecto debió evaluar su trazo”.
En efecto, la designación de esta área como lugar de conservación se produjo en diciembre de 2016, mediante una ordenanza regional que aprobó nueve sitios prioritarios para la conservación de la diversidad biológica en la región Loreto, con una extensión de 10 141 220.43 hectáreas. Una de ellas fue Jeberos, en Alto Amazonas.
De acuerdo con esta norma regional, lugares como el sitio prioritario de Jeberos son “representaciones ecológicamente valiosas del territorio que reúne características ecosistémicas y sociales relevantes relacionadas con la diversidad biológica”. Su finalidad —dice la ordenanza— es garantizar un enfoque de protección y producción que beneficie a las poblaciones asentadas en su ámbito en aras de impulsar la economía verde.
En el documento para la evaluación de estas áreas, elaborado por el Gobierno Regional y un equipo técnico y legal que incluye a varias ONG ambientalistas, se mencionan, paradójicamente, las actividades humanas y de infraestructura, como deforestación, cultivo de palma aceitera, vías y densidad poblacional, entre las amenazas a estos lugares biodiversos.
Sin embargo, al margen de este análisis, el Gobierno Regional aprobó el proyecto de la carretera. “Llama la atención que no se hayan considerado estos aspectos para la evaluación del trazo de la carretera e incluso la viabilidad de la misma, teniendo en cuenta sus impactos. Nos preocupa, además que esta vía se convierta en una puerta abierta a la colonización informal y la tala ilegal indiscriminada”, agrega la especialista de DAR.
También menciona su preocupación porque no se han establecido mecanismos que garanticen la conservación del lugar, considerando que alberga especies en riesgo como el águila crestada (Morphnus guianensis), que se encuentra bajo la categoría de casi amenazada en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Olivera recuerda que el Gobierno Regional de Loreto cuenta con una herramienta para evitar la superposición de proyectos. Se trata de la Infraestructura de Datos Espaciales de la región Loreto (IDER) que, de acuerdo a una ordenanza, municipal es de uso obligatorio para mejorar la planificación y el acceso ordenado al territorio. “Establecer una carretera en un BPP sin tener las condiciones adecuadas para asegurar el aprovechamiento sostenible de nuestro patrimonio forestal no es la mejor decisión”, precisa.
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Territorio de comunidades nativas
El alcalde provincial de Alto Amazonas, Edwer Tuesta Hidalgo, sostiene que esta carretera es una necesidad para el desarrollo de su provincia. “Jeberos es un distrito con 470 años de fundación y, sin embargo, está atrasado y sumido en la pobreza. La carretera es vital para la interconexión y el traslado de los productos que se cultivan en esta zona como la palta, piña y yuca”.
No obstante, reconoce que la construcción de esta vía generará deforestación, por ello, reclama que se establezcan planes integrales de conservación, que involucre el componente ambiental cuando se realicen proyectos de infraestructura. “En esta zona hay grandes humedales y comunidades indígenas asentadas. Es una selva con arena blanca y muy fina, según me explican los expertos, la mejor para producir vidrio de calidad”, dice.
Tuesta también manifiesta que el ingreso masivo de migrantes de los Andes se viene produciendo desde hace tiempo y que la presión para que se construya esta carretera la ejercieron justamente pobladores foráneos que viven en los caseríos. “Se realizaron marchas, protestas. Así consiguieron que se inicien los trabajos”, comenta en relación a la buena pro que entregó el Gobierno Regional de Loreto en agosto de 2017.
Hasta ahora se ha ejecutado primera etapa de la obra que comprende el tramo Yurimaguas-Jeberillos, de casi 28 kilómetros, sector que ha sido adjudicado al Consorcio Jeberos, integrado por las empresas Constructora Inmobiliaria Rio Huallaga SAC, GTP Ingeniería y Construcción SAC y Flores García Jorge Segundo.
El alcalde de Alto Amazonas señala también que en esta primera etapa la carretera no cruza comunidades nativas, pero que la segunda etapa del proyecto si atravesará el hogar de las etnias que habitan en esta parte de la selva peruana.
Al respecto, Marcial Mudarra, presidente de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (Corpi – SL), dijo a Mongabay Latam que esta vía representa un riesgo para las comunidades y lamentó que los bosques primarios conservados por el pueblo shiwilu, durante muchos años, están siendo invadidos. “Hemos presentado reclamos al Gobierno Regional y al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, porque usted sabe que la apertura de una carretera es un problema grave y ocasiona la invasión de territorios, extracción forestal ilegal, delincuencia. Tenemos especies de cedro, caoba, tornillo, y animales como la sachavaca, sajino, venado que son perseguidos para su comercialización. Están exterminando las especies”.
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Sin explicación
Mongabay Latam conversó con Pervis Saldaña, gerente de la Autoridad Regional Ambiental de Loreto – ARA, a quien preguntamos por qué se ejecuta una carretera en una zona de alta biodiversidad. Ante el cuestionamiento, el funcionario se limitó a decir que está en el cargo desde hace una semana y, por tanto, no conoce detalles del tema.
Por su parte, el exgerente de este sector, Juan Carlos Vilca Tello, manifestó que se trata de una propuesta que lleva varios años, incluso antes de que se establecieran los sitios prioritarios de conservación y de los estudios de zonificación económica y ecológica de la región. “Es un proyecto de muchos años atrás que ya tenía su expediente listo para la ejecución”, menciona.
Vilca comentó que en ningún momento se solicitó opinión técnica a su gerencia y agregó que, por tratarse de una carretera, corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) resolver el tema ambiental.
El MTC es el órgano estatal responsable de dotar al país de eficientes sistemas de carreteras, así como establecer las normas para la gestión de esta infraestructura y fiscalizar el cumplimiento de las mismas.
El artículo 60 del Reglamento de Protección Ambiental para el Sector Transportes indica que “debe minimizarse la afectación a las áreas con cobertura forestal. Las actividades de desbosque que impliquen afectación directa de flora, fauna y ecosistemas, se realizarán buscando minimizar los impactos a niveles tolerables. Especial interés tendrá la protección de zonas de anidamiento, colpas, árboles semilleros y hábitats de especies amenazadas”.
En ese sentido, Iris Olivera, de DAR, indica que, nada de esto habría sido tomado en cuenta. “En el caso de que no exista la posibilidad de trazar una ruta que no afecte territorios sensibles, el desbosque debe considerar una compensación ecosistémica”, algo que según refiere, no se ha hecho.
Por otro lado, se refiere a los límites que contempla la ley forestal que prohíbe infraestructura de servicio público en un área cuya clasificación sea de uso mayor forestal. “Una carretera es de servicio público y, este caso, se superpone a bosque de producción permanente, es decir, de uso forestal. Aplicando esta norma, no debió aprobarse esta vía”, puntualiza.
Mongabay Latam hizo estas consultas al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, pero hasta el cierre de la edición no obtuvo respuestas. Del mismo modo, en el Gobierno Regional de Loreto, el gerente de Infraestructura, Nelson Espinoza, manifestó no tener información precisa sobre el tema.
“La indicada vía permitirá a los agricultores y ganaderos de la zona sacar sus productos a los grandes mercados de Yurimaguas y a la costa a través de la carretera Yurimaguas-Tarapoto, contribuyendo a mejorar sus ingresos económicos y su nivel de vida, a la vez que incentiva ampliar la frontera agrícola y pecuaria en esta parte de la región”, dice el comunicado que emitió la autoridad regional cuando se adjudicó el primer tramo de la obra.
Foto portada:Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina
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