(Mongabay Latam / Yvette Sierra Praeli).- Dos incendios ocurrieron en la última semana en los bosques secos de Lambayeque. El primero, que se inició el domingo y se apagó por completo recién el martes al mediodía, arrasó con aproximadamente 1700 hectáreas de pastizales del territorio de la comunidad campesina San Francisco de Asís, en el caserío Alita, en el distrito de Salas.

Las cifras aún no han sido oficializadas, pero es el cálculo preliminar del Centro del Operaciones de Emergencia Regional de Lambayeque.

El segundo incendio se produjo en Pítipo, cerca del Bosque de Pómac, y afectó unas 25 hectáreas de cobertura natural en los Centros Poblados de La Calera y Los Aguilares en el distrito de Pítipo, Provincia de Ferreñafe.

Lee más | Explotación, deforestación y muerte en el Arco Minero de Venezuela

Pero estos no han sido los únicos incendios forestales que han ocurrido este año en Lambayeque, en total son 14 siniestros ocurridos en estos dos primeros meses del 2018, según indicó Manuel Yerrén, jefe del Centro de operaciones del Centro del Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Lambayeque.

“La mayoría se ha dado en Olmos, pero de poca intensidad. También hubo dos en los terrenos de cultivo de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, además en Cayanca, otros dos en Motupe, Chongoyape, Pítipo y dos en Salas”, dijo el jefe del COER, quien mencionó que en la mayoría de los casos se producen por la costumbre de la roza de bosques para prepararlos para cultivo, pero no descartó que en algunos casos, como el de Salas, se trate de un incendio ocasionado por invasores ilegales.

Historia de invasiones

En la región Lambayeque hay muchos bosques y zonas rurales que están siendo invadidos, comenta Manuel Yerrén, jefe del COER. “Hay invasores en Cayanca, Pómac, Chaparrí, Salas y otros lugares, prácticamente todo Lambayeque tiene problemas de invasiones” refiere la autoridad regional.

Javier Ruíz, integrante del Frente de Defensa Salvemos Chaparrí, también menciona algunos otros lugares como la comunidad campesina Laguna, en el distrito de Chiclayo y la comunidad campesina San José, en el distrito del mismo nombre; además de zonas rurales en los distritos de Mórrope y de Motupe.

Pero es el Área de Conservación Privada de Cháparri, en el distrito de Chongoyape, la zona que viene siendo amenazada constantemente por invasores. El problema ha llegado a tal nivel que la Defensoría del Pueblo acaba de incluirlo en su nuevo reporte de conflictos sociales en el Perú como un caso nuevo de tipo comunal.

Toma aérea del espacio deforestado dentro de la ACP Chaparri, sector de Pampa Yaipón. Foto: Javier Ruíz – Frente de Defensa Salvemos Chaparri.

En el reporte, la Defensoría del Pueblo precisa que existe un desacuerdo por los terrenos que pertenecen al Área de Conservación Privada (ACP) de Chaparrí, ubicada en la comunidad campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape, donde se pretendería autorizar la venta de tierras del área que comprende la reserva de Chaparrí, ubicada en el distrito de Chongoyape, situación que ha originado el enfrentamiento entre comuneros.

Mongabay Latam ha informado en varias oportunidades sobre el problema que enfrenta la ACP de Chaparrí, de 34 412 hectáreas de extensión, y los problemas de invasiones y hasta asesinatos que se han presentado en la zona.

Un hecho reciente relacionado con las invasiones de terrenos y la protección de los bosques de Chaparrí fue el asesinato de José Napoleón Tarrillo Astonitas, teniente gobernador del caserío El Mirador, en el distrito de Chongoyape, ocurrido el 30 de diciembre de 2017.

Lee más | Contaminación marina con microplásticos podría acabar con ballenas, rayas y tiburones

Tarrillo fue asesinado en su casa y, según manifiestan los integrantes de la comunidad campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape, era uno de los defensores de los bosques secos de Chongoyape, donde se encuentra el ACP Chaparrí.

El Mirador, donde Tarrillo era el teniente gobernador, es uno de los 25 caseríos que forman parte de esta comunidad campesina, y su territorio colinda con la zona de amortiguamiento de la reserva.

A inicios de diciembre de 2017, se reportó un incendio que arrasó con 500 hectáreas en un lugar denominado Pampas de Yaipón, que corresponde a la zona de amortiguamiento de la ACP Chaparrí. En esa ocasión, también se responsabilizó a invasores ilegales asentados en la zona de ocasionar el siniestro.

José Napoleón Tarrillo Astonitas era el teniente gobernador del caserío El Mirador, en Chongoyape. Foto: Facebook

En mayo de 2017, miembros de la Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape informaron a Mongabay Latam sobre la invasión que afecta Chaparri desde hace más de cuatro años. Una inspección del Servicio Nacional de Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) comprobó que la deforestación causada por el ingreso de invasores ilegales había acabado con por lo menos 25 hectáreas de bosques dentro de la ACP, en la zona denominada Pampa Yaipón.

Un mes después, en junio de 2017, Mongabay Latam informó sobre el conflicto que se presentó en la ACP cuando una comisión liderada por el Serfor fue atacada por 30 invasores mientras inspeccionaba el territorio.

En esa ocasión, la comisión pudo comprobar la presencia de maquinaria pesada con la que se había deforestado parte del bosque en los linderos de esta área de conservación privada con la intención de convertirlos en campos de cultivo. En ese momento se denunció también un probable tráfico de terrenos que tendría como trasfondo un proyecto hídrico.

Imagen principal: Agencia Andina.

Una versión ampliada de este informe fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.

OTRAS HISTORIAS DE MONGABAY LATAM QUE TE PUEDEN INTERESAR:

Tráfico de colmillos de jaguar: un sangriento y lucrativo negocio en Bolivia. En la selva de Bolivia, cada colmillo de jaguar puede costar entre 150 y 400 dólares, pero en China el precio se puede multiplicar por diez. Las claves de un negocio sangriento. Lee la historia aquí. 

Explotación, deforestación y muerte en el Arco Minero de Venezuela. Un panorama que no brilla. La creación del Arco Minero de Venezuela en el 2016 buscó mejorar la economía del país y traer bienestar, tras la caída del precio del petróleo. Pero la "fiebre del oro" ha traído violencia criminal, amenazas a las culturas indígenas y destrucción de la biodiversidad. Lee la historia aquí.

Brasil 2018: ataques a la Amazonía, aumento de la resistencia, tribunales y elecciones. En 2018, año de incertidumbre electoral, Michel Temer, el Congreso y la bancada ruralista intentarán debilitar las leyes ambientales y derechos territoriales indígenas aún más. La resistencia popular ambiental e indígena sigue creciendo. Lee la historia aquí.