(Mongabay Latam / Milton López Tarabochia).- A diferencia de lo que ocurre en Asia y África, América Latina está a tiempo de no perder su biodiversidad a manos del tráfico de fauna silvestre, dijo a Mongabay Latam Jenny Martínez, oficial de programa para Sudamérica del Servicio de Vida y Pesca Silvestre de los Estados Unidos, institución que apoyó al Perú en los últimos tres años en la formulación de la Estrategia Nacional para reducir el tráfico Ilegal de fauna silvestre 2017-2027.
La estrategia fue elaborada por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y WCS Perú, y una de sus líneas de acción para combatir el tráfico de fauna es la producción de información acerca de las rutas, fines de comercio y especies que de manera potencial son capturadas para el comercio ilegal a nivel internacional.
A propósito de la presentación de la Estrategia Nacional para reducir el tráfico Ilegal de fauna silvestre 2017-2027, el 14 de setiembre se desarrolló la “Reunión Bi-regional Latinoamérica y Asia sobre Tráfico de Fauna Silvestre”, a la que asistieron especialistas de ambas partes para intercambiar información sobre el tráfico de fauna.
Especies comercializadas
Mongabay Latam conversó con un grupo de expertos para obtener algunos los alcances sobre el tráfico de fauna silvestre entre Asia y América Latina. “Es difícil tratar de establecer especies que se trafiquen de manera fija, así como las rutas, debido a la poca información que existe, pero sí se pueden dar ciertos datos dentro de lo que se avanzó. Por ejemplo, está la totoaba, que es una especie marina cuya vejiga natatoria es muy cotizada en el continente asiático porque se le considera vigorizante y medicinal. El precio por kilogramo puede oscilar entre los 10 000 y 20 000 dólares”, explicó Adrián Reuter, Coordinador para Latinoamérica en materia de Tráfico de Especies de WCS. En este caso especial sí se puede rastrear el origen porque esta especie es endémica del Golfo de México, agregó.
Reuter también indicó que el caballito de mar es otra de las especies cotizadas por la población del continente asiático. También las tortugas y el pepino de mar.
El experto advirtió que la demanda no es solo de especies completas, sino de algunas de sus partes. “Pueden ser partes como las garras, pieles o colmillos de felinos como el puma (Puma concolor). Hay especies que ya no existen debido al comercio ilegal. La guacamaya spix ya no existe. Está extinta. Es una especie amazónica que fue demandada por Asia de gran manera”, dijo Reuter.

Vejigas natatorias de totoaba, también llamadas “maw”, a la venta en China. Foto: cortesía de Liga de Acción del Elefante.
Mongabay Latam también conversó con Lishu Li, subdirectora del programa de Tráfico de Vida Silvestre de WCS China, quien manifestó que debido al creciente movimiento económico y la gran población que posee dicho país, es “la principal nación asiática que recibe especies exóticas provenientes del tráfico ilegal de América Latina. Hong Kong es el principal puerto por supuesto”, afirmó.
Entre las especies más cotizadas por el mercado ilegal de fauna en China están reptiles como las iguanas, lagartijas y ranas, agregó Li. La experta señaló que también ha identificado a países con un crecimiento económico alto como mercados de especies exóticas latinoamericanas, entre ellos Tailandia, Malasia, Singapur e Indonesia. “Entre más dinero hay, hay una tendencia a comprar a especies exóticas. En los cuatro países que te comenté hay una alta demanda de especies de aves”, señaló Lishu Li.
Además de los países señalados por los expertos como destinos asiáticos para la fauna latinoamericana, la estrategia peruana para reducir el tráfico de fauna agrega que Japón y Filipinas son mercados que solicitan especies del territorio nacional. Según información de la estrategia nacional contra el tráfico de fauna en Perú, entre los infractores identificados entre los años 2000 y 2015 por tráfico ilegal de especies, los detenidos asiáticos no ocupan los primeros lugares.

La guacamaya spix es un ave amazónica que está extinta debido a su alta demanda de Asia. Foto: Wikipedia.
“Cerca del 66% resultaron de nacionalidad peruana, mientras que el 13% procedía de los Estados Unidos de América y 11% de Europa. El 10% restante procedía de Canadá, otros países de Latinoamérica, Oceanía y Asia”, se detalla en el documento en el apartado sobre las nacionalidades de los infractores detenidos.
Adrian Reuter sostuvo que muchas veces, debido a las operaciones policiales contra el tráfico ilegal de especies, la fauna traficada no llega a su lugar de destino, sino que se detiene en países de tránsito. “Estos pueden ser México, pero en la mayoría de casos es Estados Unidos por su cercanía al contienen asiático y porque a veces no es necesario movilizar más la mercancía silvestre porque ya existe una demanda en el país norteamericano”, enfatizó.
Una versión ampliada de este informe fue publicado en Mongabay Latam. Puedes leerlo aquí.
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