(Mongabay Latam/Milton López Tarabochia).- Un equipo científico conformado por el ecólogo Rudolf von May del Museo de Zoología de la Universidad de Michigan y otros científicos de Perú, EE.UU. y la República Checa descubrieron tres especies de ranas de minúsculo tamaño en el Bosque de Protección Pui Pui en la región de Junín. Esta área protegida que se extiende a lo largo de 60 000 hectáreas y que está situada a 3000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) alberga una diversidad de microclimas y hábitats, como los bosques de montaña y los pastizales andinos, lo que crea un espacio ideal para asegurar una alta diversidad de anfibios.
Además de Rudolf von May, también investigador del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva, el equipo de investigadores reúne a Edgar Lehr, investigador principal del proyecto (y profesor en el Departamento de Biología en Illinois Wesleyan University, EEUU), Jiri Moravec (Departamento de Zoología, Museo Nacional, Praga, República Checa) y Juan Carlos Cusi (Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú).
Las tres nuevas ranas pertenecen al género Pristimantis. La primera de ellas, la rana cutín de Pui Pui (Pristimantis puipui), solo ha sido observada cerca de la laguna de Sinchón a la altura de 3889 m.s.n.m. El nombre de Pui Pui deriva de la lengua quechua que significa “ojo de agua”, en referencia a las numerosas lagunas que existen dentro del área protegida.
La segunda especie anfibia es la rana cutín de montaña (Pristimantis bounides), la cual fue registrada en dos elevaciones distintas: 3350 y 3463 m.s.n.m., aproximadamente. Su nombre deriva del vocablo griego “bounos”, que significa “habitante de las colinas”, porque el hábitat donde fue hallada son los bosques de montaña.
La última es la rana cutín de Humboldt (Pristimantis humboldti) que fue descubierta en un lugar situado a 3318 m.s.n.m. Su nombre honra al explorador y naturalista alemán Alexander von Humboldt.
Las tres especies son muy pequeñas, no llegan a medir una pulgada y fueron halladas entre el musgo y la hierba, bajo las rocas, los matorrales, entre otra vegetación característica del Bosque de Protección Pui Pui. Narran los científicos que no solo tuvieron que afinar la vista, sino también el oído, porque algunas de las ranas fueron descubiertas siguiendo el sonido que hacen los machos al atardecer o en noches lluviosas.
“El objetivo principal del estudio fue determinar la diversidad de especies de anfibios y reptiles dentro del Bosque de Protección Pui Pui, a través de estudios de campo en los bosques montanos (1700-3000 m.s.n.m.) y puna (3000-4500 m.s.n.m.) que existen en el área”, dijo en exclusiva para Mongabay Latam, el ecólogo Rudolf von May, investigador postdoctoral en el Rabosky Lab del Museo de Zoología de la Universidad de Michigan y del Departamento de Ecología y Biología Evolucionaria.
Además, el especialista enfatizó que la importancia del descubrimiento reside en que los anfibios, al igual que los reptiles, forman parte de los ecosistemas desde hace más de 350 millones de años. Entonces, este tipo de especies son de gran ayuda para entender cómo funciona el planeta, tomando en cuenta que pertenecen a redes alimenticias muy antiguas.
“Los anfibios cumplen la función de depredadores de otros organismos y al mismo tiempo forman parte de la dieta de otros organismos, contribuyendo a las interacciones ecológicas entre especies y el flujo de materia (por ejemplo, nutrientes) y energía en los ecosistemas. Encontrar una especie nueva siempre es algo muy emocionante y al mismo tiempo una gran motivación para continuar explorando”, explicó.
Un género muy peculiar
El ecólogo Rudolf von May señaló que lo curioso del género de las tres nuevas especies de ranas descubiertas es que pertenecen a la familia Craugastoridae, que son las ranas de crianza terrestre, es decir, que no necesitan de agua para colocar sus embriones, sino que usan un modo reproductivo especializado llamado desarrollo directo. Esto significa que los embriones requieren de poca humedad.
“Las ranas de cría terrestre parecen haber sufrido una radiación evolutiva en las altas altitudes del Perú, ya que muchas especies se parecen entre sí. Una llamada radiación adaptativa ocurre cuando un solo grupo ancestral produce muchas especies descendientes adaptadas a diferentes hábitats”, señala la información proporcionada por la Universidad de Michigan a Mongabay Latam.
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