(Mongabay Latam/Yvette Sierra Praeli).- Cerca de 23 millones de soles, en 20 años, serían los beneficios que el Perú obtendría por la creación del Parque Nacional Yaguas (PNY), un territorio de casi 870 000 hectáreas de bosque ubicado en la región Loreto que, según un inventario social y biológico realizado en el 2010 por el Field Museum de Chicago, alberga más especies de peces de agua dulce que en ningún otro lugar del país, entre otras bondades de su biodiversidad.
La cifra corresponde al resultado de un análisis realizado por la Fundación Conservación Estratégica (CSF), como parte de las tareas para definir cuál sería la mejor categoría para esta zona. En el camino han aparecido posiciones a favor y en contra entre las comunidades que viven alrededor del área, quienes forman parte de un proceso que se inició en el año 2011, cuando el Estado definió el territorio como Zona Reservada Yaguas y se instaló una comisión para su categorización.
“La diferencia está entre proteger y no proteger”, explica José Carlos Rubio, analista económico de Conservación Estratégica y responsable del análisis costo beneficio que realizó esta organización por encargo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). La creación de una Área Natural Protegida (ANP) –explicó– exige hacer esta evaluación y valorar los servicios ecosistémicos que podría ofrecer la zona una vez creada la ANP, para compararlos con los costos de su manejo.

El río Yaguas, que cruza la zona reservada del mismo nombre, alberga más especies de peces de agua dulce que en ningún otro lugar del país, según un estudio del Field Museum de Chicago. Foto: Field Museum de Chicago.
Esta evaluación sirvió para demostrar la importancia de preservar el área, evitando situaciones que la afectan como la deforestación, la minería ilegal o la desaparición de fauna como la huangana, una especie que forma parte de la dieta de las comunidades.
Los beneficios no solo se calculan en millones de soles en esta zona reservada. También es un lugar sagrado para las comunidades nativas. “Mis abuelos tenían esos lugares como sagrados, ahí adoraban al dios sachavaca, al dios boa, al dios águila, a la Sachamama. Durante el conflicto entre Perú y Colombia, mis abuelos fueron a esa zona y se quedaron encantados. Ahí están enterrados. Los sobrevivientes somos nosotros. Por eso es sagrado este lugar y tiene que ser un parque nacional”, explicó Benjamín Rodríguez Grandez, presidente de la Federación de Comunidades Nativas Fronterizas del Putumayo (Feconafropu) de la zona de influencia de la reserva de Yaguas, en conversación con Mongabay Latam.

Solo en 20 días de inventario en la zona Reservada Yaguas, el Field Museum pudo registrar 128 especies de anfibios y reptiles. Foto: Field Museum de Chicago.
El valor de Yaguas
El interés para que se establezca el Parque Nacional Yaguas viene desde 1988, contó Rodríguez Grandez, representante de una de las federaciones que reúne a las 29 comunidades ubicadas alrededor de la zona reservada, que participan en el proceso de decisión de establecimiento del parque. El líder indígena mencionó a sus antepasados para explicar la increíble biodiversidad de la zona y agregó que cuando sus abuelos cruzaron este territorio descubrieron que “ahí se reproduce todo tipo de especies, aves, animales, madera, todo”.
Pero también lamentó que, en los últimos 20 años, el bosque que es atravesado por el río Yaguas se ha convertido en ‘tierra de nadie’. “Han explotado madera primero, por los afluentes han sacado miles y miles de pies de cedro. Ahora extraen azúcar huayo. En estos tiempos ya no solo es eso, sino que están explotando el río con las dragas para sacar oro”, dijo refiriéndose a las actividades que están afectando la zona reservada.

Eriberto Jimenez Hilorio, presidente de la Federación de Comunidades indígenas del bajo Putumayo (Fecoibap); Liz Chicaje Churay, presidenta de la Federación de Comunidades Nativas de la cuenca del río Ampiyacu (Fecona); y Benjamín Rodríguez Grandez, presidente de la Federación de Comunidades Nativas Fronterizas del Putumayo (Feconafropu). Foto: Instituto del Bien Común.
El expediente técnico del Parque Nacional Yaguas elaborado en 2016 por el Sernanp indica que entre las amenazas descritas en el mapa parlante de la comunidad de El Alamo III —instrumento de análisis elaborado por los pobladores en base a imágenes— “se reportan cuatro puntos de dragas mineras que suelen circular periódicamente dentro del río Yaguas”.
La explotación forestal ilegal también ha destruido una parte del bosque de Yaguas. “Esta actividad es ilegal, selectiva y depredatoria”, se precisa en el expediente técnico del Sernanp y se explica que está dirigida principalmente por patrones colombianos, quienes contratan a extractores de madera en las comunidades. Ingresan en grupos de cinco a siete personas y permanecen entre cuatro y seis meses internados en el bosque para conseguir unas 6000 piezas de cedro y polvillo. Luego esta madera se vende a lanchas colombianas para ser comercializadas en puertos del país vecino, señala el documento elaborado por el Sernanp.
En un escenario como este, con la minería y tala ilegal operando en el área, se calcula que 157 067 hectáreas de la zona reservada quedarían afectadas en los próximos 20 años. Por el contrario, la creación del Parque Nacional Yaguas significaría beneficios que superan los 20 millones de soles en el mismo periodo de tiempo, se precisa en el análisis costo beneficios realizado por Conservación Estratégica.

Fotos aéreas de las dragas encontradas en el río Yaguas, dentro de la zona reservada. Fuente: Instituto del Bien Común.
Aunque no se trata de un ingreso económico —explicó el vocero de Conservación Estratégica— sino más bien del bienestar que brindará el bosque a las comunidades ubicadas alrededor de la zona reservada, en los distritos de Putumayo y Yaguas, en la provincia de Putumayo; y a las poblaciones indígenas situadas en Pebas, San Pablo y Ramón Castilla, en la provincia de Mariscal Ramón Castilla.
La preservación de especies para la caza de subsistencia también está cuantificada en el estudio mencionado. De los 23 millones de soles en beneficios, un poco más de 17 millones de soles corresponde a lo que ahorrarían las comunidades en términos de costo de caza de subsistencia por evitar la reducción o desaparición de especies que son su sustento alimenticio. El cálculo se hizo con la huangana, un mamífero clasificado en situación de Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Para el análisis se utilizó el modelo fuente-sumidero. La fuente viene a ser el Parque Nacional Yaguas y el sumideros las zonas de caza de las comunidades fuera del área reservada. Entonces, si la zona reservada se convierte en un parque nacional, los trabajos de conservación de esta ANP promoverían la caza sostenible de la huangana. De lo contrario, la presión de la caza con fines de subsistencia que se incrementaría por el aumento de la población, la cacería realizada por los trabajadores que extraen la madera ilegalmente y la posible fragmentación de sus hábitats tendrían como consecuencia la disminución de la población de la huangana y su probable alejamiento de las zonas habituales de caza, por lo tanto, los habitantes de las comunidades tendrían que desplazarse más lejos durante más días para obtener su sustento, lo cual les significaría mayores costos.
En el inventario rápido realizado por el Field Museum de Chicago se da cuenta de las “comunidades muy diversas de plantas y animales, y más de una docena de especies nuevas para la ciencia” encontradas durante la investigación. Asimismo, se destaca como un descubrimiento notable el hallazgo de “un gran archipiélago de pantanos de turba”, es decir, agentes almacenadores de carbono. La presencia de estas turberas convierte a la zona en una de las 10 reservas forestales con los más grandes stocks de carbono en el Perú, por lo tanto, posee un alto valor para en el futuro conseguir beneficios económicos en el mercado de carbono internacional.
Según el informe técnico del Sernanp, “a nivel de país, el principal beneficio proviene de una potencial participación en el mercado de carbono. El Parque Nacional Yaguas evitaría que se pierdan alrededor de 1.5 millones de toneladas de carbono en los próximos 20 años, equivalentes a 8.3 millones de soles”.
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