(Mongabay Latam / Miriam Telma Jemio).- El color plomo de las aguas del río es lo primero que llama la atención al llegar a Huanuni. Aunque impresiona más ver cómo, sin pausa, sale de la mina estatal del mismo nombre una especie de barro negro directamente al río, formando una montaña que una pala mecánica desmonta y carga sobre un camión, una y otra vez.

Ese material, combinado con el agua, es el que contamina el río Huanuni, cuyas aguas abastecían la actividad agropecuaria de más de 50 comunidades que pertenecen a cinco municipios de ese departamento. Esto los llevó a organizarse en 2006 en una coordinadora para exigirles a las autoridades una solución a un problema que afecta a sus cultivos y a su ganado.


La entrada a la empresa minera Huanuni. Foto: Miriam Telma Jemio.


Una vista en pleno del tamaño de la minam que según la empresa tiene un yacimiento para explotarlo al menos 30 años más. Foto: Miriam Telma Jemio.

Tras varias movilizaciones, en 2009, lograron que el gobierno declarara Emergencia Ambiental en esa cuenca y obligara a la empresa minera más grande de estaño de Oruro a construir un dique de colas (lugar de depósito de residuos del procesamiento de minerales) para detener la contaminación. Tenían hasta el 2011 para hacerlo. Han pasado ocho años y aún no han cumplido. Los comuneros organizados no han parado de exigir y recién, hace dos semanas, les informaron que el dique funcionará a partir de agosto de este año.

Mientras tanto, la migración en las comunidades afectadas no cesa porque sobrevivir en ellas es cada vez más difícil. Los pobladores denuncian que las tierras de cultivo más importantes se perdieron, que su ganado ha disminuido y que la pesca también ha sufrido las consecuencias. Los comunidades siguen esperando acciones de las autoridades para revertir la situación.

Conviviendo con la contaminación

En el departamento de Oruro hay una disputa por el uso del agua para actividades como la minería, la pesca, agricultura, ganadería aparte del consumo humano. Pero según Pablo Flores, mallku (autoridad indígena) de Poopó, los mineros se llevan la mayor parte, “peor con la nueva Ley Minera (de 2014) que les ha dado más ventajas”.

La minería se instaló y se mantiene en las cuencas de Oruro como la principal actividad, a pesar de la contaminación que producen y que data, según algunos autores, del período de la colonia. Varios estudios señalan que la cuenca más afectada es la del Poopó —conformada por las subcuencas Desaguadero, Sora Sora, Huanuni, Poopó, Antequera, Peñas, Pequereque, Tacagua y Azanaques— donde se ha degradado la calidad de las aguas superficiales porque están saturadas con residuos mineros que no han logrado ser asimilados por la naturaleza. En 2008, un estudio de la Universidad Técnica de Oruro identificó al menos 300 operaciones mineras entre grandes, medianas, pequeñas además de cooperativas en esa región.

A inicio de la década del 2000, varias comunidades y organizaciones sociales se pronunciaron contra la contaminación minera y urbana. Para aunar esfuerzos, en 2006, conformaron la Coordinadora en defensa de la cuenca del río Desaguadero y los lagos Uru Uru y Poopó (Coridup), que se consolidó en 2007 en un congreso que agrupó a más de 80 comunidades campesinas de las provincias de Cercado, Dalence y Poopó del departamento de Oruro, territorios donde se desarrolla una actividad minera metalúrgica.

Si bien muchas de estas comunidades son agromineras, en las últimas décadas, la afectación de la contaminación a la producción agropecuaria es insostenible, según un reporte de 2013 de la Liga de Defensa del Medio Ambiente. “Los años anteriores al 2010, (…) fueron de repunte de la intensificación de las operaciones mineras y, por tanto, de la contaminación a gran escala en la cuenca Uru Uru-Poopó, situación empeorada por la baja aplicabilidad de las normas ambientales y la reticencia del sector minero en general de implementar medidas de prevención y control”, señala el investigador Marco Octavio Rivero en ese reporte.

Por eso la meta principal de la Coridup es defenderse y frenar la contaminación ambiental que afecta a las comunidades, que impacta sus condiciones de vida y sus posibilidades futuras de desarrollo socioeconómico, básicamente, por la progresiva degradación del entorno natural que habitan.

Con el apoyo de la ONG Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) y tras una serie de acciones y denuncias, en 2009, la Coridup logró que se declarara una Emergencia Ambiental, que fue decretada como una: “Situación de Emergencia de carácter Departamental, debido a la inminente afectación a la salud humana y la seguridad alimentaria ocasionadas por la prolongada presencia de contaminación y salinización de los suelos del área de influencia de la Sub-Cuenca Huanuni del Departamento de Oruro”.

En ese decreto el gobierno reconoce la gravedad de la situación y ordena a la Gobernación de Oruro (por entonces Prefectura) y a los municipios afectados a ejecutar planes y proyectos para detener la contaminación, además de trabajar en la mitigación y la remediación ambiental en la subcuenca Huanuni y el río San Juan de Sora Sora, principalmente.

La contaminación de la mina Huanuni discurre por los ríos de la ciudad. Foto: Miriam Telma Jemio.

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Portada: Las aguas utilizadas en el ingenio (parte de la mina Huanuni donde se separa la tierra del estaño) salen de ese color y son echadas al río sin tratamiento. Foto de Miriam Telma Jemio.

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