Bosques en Colombia: víctimas de los cultivos ilícitos de coca
La deforestación avanza al ritmo de las siembras de los cultivos ilícitos, 96 000 hectáreas fueron sembradas con coca en el 2015 según UNODC.
(Mongabay Latam / María Lourdes Zimmermann).- Los cultivos ilícitos de hoja de coca en Colombia crecieron en un 39 %, entre el 2014 y el 2015. Esta información ha sido corroborada por el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono (SMBYC) del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), así como por el último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), quien señala que la siembra ilegal de hoja de coca ha pasado de ocupar 69 000 hectáreas de territorio colombiano en el 2014 a 96 000 hectáreas en el 2015.
Algunos de los puntos de deforestación precisados en los informes coinciden con los departamentos que albergan las extensiones más grandes de estos cultivos ilícitos como son: Cauca, Putumayo, Caquetá, Antioquia, Norte de Santander y Nariño.
Un caso reportado por la UNODC que llama la atención es el incremento de los cultivos de coca en los resguardos indígenas en un 52 %, es decir, de 7799 hectáreas reportadas en el 2014 se pasó a 11 837 ha en 2015. Los resguardos indígenas en Colombia son territorios con límites establecidos por ley y ocupados por una o más comunidades indígenas.
Pero las comunidades afrodescendientes tampoco escapan a los últimos reportes. Los estudios señalan que estos cultivos ilícitos aumentaron en un 51 % frente a lo reportado en 2014, es decir, de 10 626 se pasó a 16 030 hectáreas destinadas a la siembra de coca.
Los cultivos de hoja de coca están arrasando con una sección importante de los bosques colombianos, lo que implica un incremento de la contaminación de los suelos, del agua y del aire, poniendo en riesgo la diversidad biológica de hotspots como el pacífico colombiano. En este espacio del territorio se concentra el 42 % de todos los cultivos de coca del país, según la UNODC .
Pero esta no es la única causa. La deforestación en términos generales, según el último reporte anual del IDEAM, ha aumentado entre el 2013 y el 2014 en un 16 %. Ederson Cabrera Montenegro, coordinador del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del IDEAM, asegura que “en el país existen varios factores de deforestación entre los que se incluyen la minería ilegal, la conversión de áreas agropecuarias, los incendios forestales, el desarrollo de obras de infraestructura y la siembra de cultivos ilícitos”.
Para el investigador, el aumento de la deforestación y el crecimiento de las cadenas de ilegalidad son actividades que están directamente relacionadas al avance de los cultivos ilícitos, de la minería ilegal y el desarrollo de nuevas vías de infraestructura.
Una amenaza para los Parques Nacionales Naturales
El fenómeno no solo afecta a las comunidades afrodescendientes e indígenas, alcanza también a las áreas naturales protegidas. Según el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), los datos obtenidos por las imágenes satelitales muestran un grave aumento en la deforestación de varios Parques Nacionales Naturales (PNN). De “59 áreas protegidas en la categoría Parque Nacional Natural; para 2015, se identificó afectación por presencia de coca en 16 de ellas. El área con coca en parques naturales representa un 0,04 % del total protegido en el país y el 6,5 % del total sembrado con coca en 2015”, de acuerdo con el reporte de la UNODC.
Elsy Morales, asesora de la Dirección General de PNN, le explicó a Mongabay que el incremento de los cultivos ilícitos de coca en los parques obedece a “la ocupación de colonos que al no tener un ingreso económico, ven en los parques un atractivo, sobre todo cuando en estas áreas hay una restricción de las fumigaciones de cultivos y solo se puede hacer de forma manual”.
La funcionaria manifiesta igualmente que “los parques en el país son territorios de grupos armados al margen de la ley y es de público conocimiento que estos grupos derivan parte de sus finanzas del cultivo de la coca”, convirtiéndose en otro de los factores que ha impulsado el incremento de los cultivos en parques.
Para las comunidades campesinas la siembra de coca es una forma segura de poder conversar con el gobierno cuando el país está ad portas de la firma del acuerdo de paz con el grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El cumplimiento del punto 4 del Acuerdo General de Terminación del conflicto, permitirá a los campesinos participar en los procesos de sustitución de cultivos.
Esto explica por qué los campesinos han seguido colonizando los parques y cómo este fenómeno ha generado un aumento del 13 % en las siembras registradas en el 2015 en el área sembrada de coca respecto al 2014, al pasar de 5480 a 6214 hectáreas de acuerdo a los resultados del informe Monitoreo de Territorios Afectados por Cultivos Ilícitos publicado recientemente.
Según la UNODC, “el 58 % del área con coca se concentra en tan solo dos parques, Sierra de la Macarena y Nukak”. Sin embargo, los mayores incrementos se registraron en los parques Paramillo en Córdoba y Catatumbo −Bari en el Norte de Santander. En este último, como precisa el informe, la presencia de múltiples grupos armados ilegales, su ubicación como zona fronteriza con Venezuela y las condiciones de vulnerabilidad de las comunidades, han generado las condiciones para que fenómenos como el cultivo ilegal de coca se desarrolle.
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